El consejo General de Colegios Veterinarios, con motivo del Día Mundial de la Rabia, que se celebra el sábado día 28 de septiembre, reitera la conveniencia de la vacunación anual y obligatoria de perros, gatos y hurones. La profesión veterinaria constata que la rabia es una zoonosis peligrosa, que causa gran alarma social y puede incluso llegar a ser motivo de conflictos internacionales.
La rabia se erradicó en España en 1978, después de una prolongada campaña de vacunación de varias décadas, y desde entonces solo Ceuta y Melilla registran casos esporádicos de la enfermedad. Pero el pasado mes de junio se confirmó el ataque de un perro infectado a cuatro niños y un adulto en Toledo, circunstancia que reafirma nuestra preocupación por la posible reinstauración de la enfermedad en nuestro país.
El riesgo principal está relacionado con la movilidad creciente de personas y animales entre Europa y los países del norte de África, en los que la rabia es una enfermedad prevalente, particularmente en el medio rural. España es un país de paso obligado de vehículos, particularmente masivo en algunas épocas del año, y aunque se realiza un gran esfuerzo de vigilancia y control en los puestos fronterizos para evitar el paso ilegal de animales, en opinión del Consejo General de Colegios Veterinarios esa medida es absolutamente necesaria pero no suficiente.
En España, las Comunidades Autónomas tienen transferidas las competencias en materia de sanidad animal y salud pública. La mayoría ha establecido la vacunación obligatoria, anual o bianual, contra la rabia, pero todavía en algunas esta medida tiene sólo un carácter voluntario. Por ello se entiende que sería conveniente establecer una normativa común a todo el territorio nacional uniformando la legislación para combatir la rabia porque como ae ha indicado la movilidad actual existente hace que el riesgo se comparta en todo el territorio.
Pasteur y la rabia
El Día Mundial de la Rabia se celebra cada año el 28 de septiembre, coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de Louis Pasteur, quien desarrolló la primera vacuna contra esta enfermedad.
La rabia está causada por un virus que infecta a animales domésticos y salvajes y se transmite a las personas por contacto con la saliva infectada a través de mordeduras o arañazos. Los datos de la Organización Mundial de la Salud apuntan a que esta enfermedad provoca la muerte de 55.000 personas al año en los 150 países donde se registra.
Existen vacunas eficaces para las personas mordidas por un animal rabioso. Cada año unos 15 millones de personas reciben tratamiento profiláctico postexposición, pero su coste resulta prohibitivo en algunos países en desarrollo.