“La profesionalidad favorece el bienestar social” es el lema elegido por el Colegio de Veterinarios de Ciudad Real para la campaña de Navidad promovida con el objetivo de concienciar sobre la tenencia responsable. En esta ocasión, además de la petición de adopción en vez de la compra y que se piense en las necesidades que implica una mascota, el objetivo de la entidad ha sido poner el foco en el papel de los veterinarios recordando que, al igual que pasa con las personas, el bienestar de un animal depende de su salud.
Por ello, desde el Colegio se ha instado a que una vez tomada la decisión de adoptar debe efectuarse una visita al veterinario, para "hablar y consultar" con la persona que "va a conocer las características del animal que se quiere adoptar y podrá asesorar desde el punto de vista sanitario", indicó el presidente colegial, José Ramón Caballero. La intención es que "el animal conviva de forma adecuada con la familia", pero también respetando el medio ambiente, aspecto clave para la salud global.
Como ejemplos, recordó que apenas el 42% de los animales tienen la vacunación anual contra la rabia, obligatoria en Castilla-La Mancha, o también hay un control menor de otras enfermedades como la hidatidosis. Algo que sucede en un ambiente de humanización de los animales y, mientras, surgen dudas sobre la Ley de Protección de los Derechos y Bienestar de los Animales, cuyo reglamento -incluido el seguro obligatorio- aún no ha entrado en vigor.
Caballero señaló que hay preocupación entre la profesión por la alta tasa de abandono, unos 300.000 animales al año. "Las protectoras están llenas de animales y comprar uno no tiene mucho sentido", explicó al respecto, y reiteró que una mascota “no es pasatiempo ni un juguete, sino un ser vivo que exige responsabilidad a sus propietarios”.