La ganadera recibe el premio de manos del presidente, en presencia de su hermano y de José Luis Iglesias
La sede del Consejo General de Colegios de la Profesión Veterinaria de España fue escenario en la tarde de ayer de la entrega de su XXXVI Trofeo Taurino a la ganadera Cristina Moratiel Llarena, de Baltasar Ibán, por su ejemplar de nombre “Bastonito”, distinguido por el jurado como el de mejores características zootécnicas y bravura de cuantos se lidiaron en la Feria de San Isidro 2024, celebrada en la plaza de Las Ventas.
El acta del jurado, leído por su secretario, José Ramón Caballero de la Calle, recoge el acuerdo mayoritario para reconocer al citado animal, nacido en febrero de 2020, marcado con el número 35, de capa negra salpicada, con un peso de 592 kilos, cuya lidia correspondió en la tarde del pasado 12 de mayo al diestro Francisco de Manuel. El fallo destaca que el reunió “las condiciones exigibles de calidad, demostrar un alto nivel de bravura en los tres tercios, y destacar por su casta, nobleza, movilidad y clase en la faena de muleta”.
El presidente del Consejo General, Luis Alberto Calvo Sáez, destacó “el compromiso firme de la profesión veterinaria con la raza de lidia, con su estudio y mejora, que representa un orgullo zootécnico para nuestro país”, y recordó la apuesta por la formación específica en esta materia iniciada por la entidad en 1989, con más de 5.000 facultativos habilitados.
“La cría del toro bravo sigue suscitando el interés de muchos compañeros y compañeras, también de los más jóvenes. Estamos y vamos a seguir estando cumpliendo con rigor y profesionalidad las funciones que tenemos asignadas, para seguir prestando un servicio a la sociedad, y para asegurar la pervivencia de la raza de lidia y la autenticidad del espectáculo”, afirmó Calvo.
Mérito y dificultad en la selección
También se refirió al toro del mismo nombre de este hierro lidiado por César Rincón en Las Ventas en 1994, en una faena épica, y subrayó el mérito de una ganadería como la de Baltasar Ibán, “porque resulta extremadamente complicada su labor de selección, al ser un encaste de los llamados minoritarios y la dificultad que conlleva efectuar cruces y fijarlos”.
Por su parte, la ganadera Cristina Moratiel Llarena, aseguró que “ganaderos y veterinarios debemos ir de la mano y apoyarnos. Así lo he creído siempre. Por eso hoy me hace especialmente feliz obtener este premio entregado por grandes profesionales, porque no es fácil”. Su hermano José Antonio, que acaba de hacerse cargo de la vacada que pasta en el Cortijo Wellington, en El Escorial, señaló que asume la empresa con “ilusión, trabajo e inteligencia”, y bromeó sobre la conveniencia de llamar a más machos “Bastonito” como garantía de éxito por bravura y clase.
Finalmente, el presidente de la Asociación de Veterinarios Especialistas en Espectáculos Taurinos (AVET), José Luis Iglesias Olmeda, glosó la historia de la ganadería desde la compra inicial de animales de origen Contreras, a los que se incorporarían sementales de Juan Pedro Domecq, hasta la actualidad, “siendo un hierro con gran cartel en Madrid, en plazas de Francia y en ferias de novilladas como Arnedo, Arganda del Rey y Villaseca de la Sagra”.
Han formado parte del jurado, reunido el 12 de junio, el presidente del Consejo General, Luis Alberto Calvo, José Ramón Caballero de la Calle, Rufino Rivero Hernández, Fernando Carrera Martín, José Miguel Gil Sanz, Adolfo Rodríguez Montesinos, José Pedro Gómez Ballesteros, Víctor Huertas Vega, Teo Sánchez Nacarino, Julián Somalo del Castillo, Antonio Gallego Polo, José Luis Iglesias Olmeda, Paula Martínez Ros, Miguel Ángel Moncholi, David Shohet, Javier Sánchez Arjona y José Ignacio Martínez Manrique.
El acto contó con la presencia, entre otros, presidentes de los Colegios de Veterinarios de Ávila, Badajoz, Ciudad Real, Cuenca, León, Málaga, Pontevedra, Segovia, Teruel y Vizcaya, junto a un grupo de jóvenes veterinarios que realiza estas semanas su formación en espectáculos taurinos dentro del curso básico.