El director general de Cobadu, Rafael Sánchez Olea, es nombrado colegiado de honor del Colegio de Veterinarios de Zamora

El Colegio de Veterinarios de Zamora ha celebrado hoy los actos en honor a San Francisco de Asís, en el que destaca el nombramiento de Rafael Sánchez Olea, veterinario y director general de Cobadu desde su fundación, como colegiado de honor, y la toma de posesión de Flor Linares como nueva vocal de la junta directiva de la corporación profesional.

Este reconocimiento representa un homenaje a la dilatada trayectoria de Sánchez Olea, figura clave del desarrollo del cooperativismo agrario en la región y a nivel nacional. Después de las palabras del vicepresidente del Colegio, José Manuel Alonso, se proyectó un emotivo vídeo con el currículum del galardonado, que recogió la medalla con notable emoción.

“La llevaré con el respeto y compromiso que siempre he tenido con esta profesión”, aseguro el colegiado de honor, quien recordó a su madre “porque fue ella quién me inculcó el amor por los animales y el campo, y a ella le debo gran parte de este momento tan especial”. Como director general de la cooperativa, subrayó que “el veterinario siempre ha sido, y sigue siendo una figura esencial para el crecimiento de la cooperativa”.

Defensa de la profesión

Por su parte, Jorge Llorente, viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, destacó su papel de interlocutor y su labor en la búsqueda de soluciones a los problemas del campo, “como un gran embajador de la profesión. En nombre de la profesión que sigas siendo ese referente, y que sigas aportando a este sector todo tu conocimiento y defensa”.

Durante la sesión se entregaron las insignias a los veterinarios jubilados y a los nuevos colegiados, junto al reconocimiento a los profesionales que cumplieron 25 años de colegiación. Además, se dio a conocer del III Premio de Investigación “Albéitar Francisco de la Reyna”, un reconocimiento al esfuerzo e innovación en el campo de la investigación veterinaria, concedido a Rodrigo Morchón, de la Universidad de Salamanca, y Alberto Montoya, de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria.