La Organización Colegial Veterinaria (OCV) alerta sobre el incremento de riesgo de intoxicaciones alimentarias durante los meses de verano debido a las altas temperaturas, como las que se viene registrando en las últimas semanas. Las condiciones meteorológicas estivales favorecen el desarrollo de microorganismos de transmisión alimentaria que pueden causar enfermedades graves.
Cada año en España se registran alrededor de 500 brotes alimentarios, según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la mayoría de ellos provocados por una inadecuada manipulación y conservación de los alimentos en los propios hogares. Por ello, la OCV recuerda que “con un correcto tratamiento de los alimentos por parte de los consumidores, se podrían evitar más del 50% de estas intoxicaciones”.
Las temperaturas entre 30 y 40 grados centígrados son especialmente propicias para el crecimiento de bacterias como Salmonella, Escherichia coli y Listeria monocytogenes. Estas bacterias pueden causar enfermedades severas, que en casos extremos pueden derivar en otras dolencias como el cáncer o trastornos neurológicos.
Refrigeración y cocinado
Para prevenir la proliferación de estos microorganismos, la OCV recomienda que “los productos que requieran refrigeración se mantengan siempre por debajo de los 5 grados centígrados. Asimismo, los alimentos que deben ser cocinados han de alcanzar al menos 70 grados centígrados durante su preparación para garantizar su total inocuidad”.
Además de la temperatura, la humedad es otro factor que facilita la proliferación de gérmenes. En consecuencia, “es esencial mantener una mayor precaución en los lugares más húmedos y evitar dejar los alimentos a temperatura ambiente por periodos prolongados”, recuerda la Organización que agrupa a más de 37.000 veterinarios y veterinarias del país.
“Los veterinarios supervisamos todos los procedimientos desde la granja hasta la mesa, asegurando que los alimentos están en perfectas condiciones sanitarias, pero es fundamental que los consumidores adquieran buenos hábitos de manipulación y conservación de alimentos para proteger su salud y la de sus familias”, concluye la OCV.