Con la llegada del verano, los veterinarios españoles advierten sobre el aumento de patologías evitables en animales de compañía durante los meses estivales. La deshidratación y los golpes de calor o las quemaduras y agrietamiento de las almohadillas son algunas de las causas de consulta más frecuentes en esta época del año, debido a las elevadas temperaturas.
Ante la previsión de olas de calor, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) recomienda a los dueños de mascotas “adaptar los horarios de paseo de los perros, con el fin de evitar siempre las horas centrales del día cuando las temperaturas son más extremas, siendo una de las medidas más simples y eficaces para proteger la salud de los animales durante el verano”.
La termorregulación en los perros es mucho menos eficiente que la de las personas, posiblemente porque son animales mejor adaptados a climas templados y fríos. Se realiza exclusivamente a través del jadeo y no pueden evaporar la temperatura con el sudor como los humanos.
Además de ajustar los horarios de paseo, es crucial que las mascotas realicen descansos frecuentes y se mantengan hidratadas durante todo el día. La hidratación continua no solo previene golpes de calor, sino que también ayuda a mantener el bienestar general del animal en condiciones de calor extremo.
Se puede ofrecer agua fresca con frecuencia a los animales para estimular su toma y podemos facilitar el baño de nuestras mascotas o los rociados con agua fresca. Estas medidas son muy importantes en el caso de las aves de jaula, que deben contar siempre con zonas sombreadas y frescas en su habitáculo.
Vigilar también a los gatos
Respecto a los gatos, estos animales suelen controlar bien su temperatura corporal buscando los lugares más frescos de nuestras casas y evitando las zonas de insolación intensa, pero es frecuente que no consuman la cantidad necesaria de agua. Para no forzar esta ingesta, es un buen recurso dotarlos de bebederos tipo fuente, porque el agua corriente les estimula a beber.
Los veterinarios señalan que, en las ciudades, el asfalto y otras superficies de paso suelen alcanzar temperaturas extremadamente altas por la insolación directa, lo que puede producir quemaduras en las almohadillas de las patas de los perros. Los perros cuentan con una protección natural en esta zona de sus extremidades, que carece de pelo y presenta una piel muy gruesa, muchas veces oscura, con una capa ancha de tejido con gran cantidad de queratina, una proteína que también se encuentra en las uñas y en el pelo, que le confiere una dureza específica y protege la zona contra las abrasiones del suelo.
Las almohadillas poseen además una cubierta superior de grasa que sirve de amortiguación para el movimiento y son una de las pocas zonas del cuerpo de los perros que poseen glándulas sudoríparas. Todas estas estructuras pueden resultar afectadas por las temperaturas extremas del suelo en el verano, sobre todo en zonas de ciudad de alta exposición.
Otra observación relevante de los veterinarios es la ligera pérdida de peso que muchas mascotas experimentan durante el verano. Esta situación es normal debido a la disminución del apetito provocada por las altas temperaturas. Los propietarios no deben alarmarse por este cambio temporal en la alimentación de sus mascotas, que está dentro de lo habitual.
Corte, no siempre aconsejable
Finalmente, la OCV subraya la importancia del cepillado regular en lugar de cortar el pelo de las mascotas. El corte de pelo está contraindicado en muchas razas y no es cierto que proteja del calor. El pelo sirve de protección tanto para el calor como para el frío, porque actúa como aislante del cuerpo del animal frente a la temperatura exterior.
El “rapado” de los animales siempre es contraproducente y puede provocar graves problemas en la piel, incluidas las quemaduras solares. El cepillado regular y los arreglos de peluquería propios de cada raza ayudan a eliminar el pelo sobrante sin exponer a la mascota a los peligros del sol.
En definitiva, “con medidas tan sencillas, como la adaptación de horarios de paseo, la hidratación continua y el cepillado regular, es posible proteger a las mascotas de los efectos nocivos de las altas temperaturas y reducir significativamente las urgencias veterinarias evitables durante el verano”, concluye la Organización.