Con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Personal Sanitario, el subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, mantuvo una reunión de coordinación entre los interlocutores policiales sanitarios de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y representantes de los colegios de Médicos, Enfermería, Farmacia y Veterinarios
El objetivo de la reunión se centró en trabajar en el refuerzo de la aplicación de la Instrucción 3/2017 de la Secretaría de Estado de Seguridad que fija las medidas policiales para hacer frente a las agresiones a profesionales de la salud.
La Instrucción 3/2017 de la Secretaría de Estado de Seguridad creó en 2017 la figura de los interlocutores policiales sanitarios, encargados de promover la prevención y la actuación frente a estos casos. En la provincia de Huesca se cuenta con uno por parte de Policía Nacional y otro por parte de Guardia Civil, a quienes el subdelegado ha agradecido “su labor de contacto con los centros sanitarios y sus profesionales”.
En la provincia de Huesca, las cifras registradas se mantienen estables respecto a años anteriores. Durante 2023 se registró una única denuncia por agresión a profesionales de la salud, ocurrida en el Sector Sanitario de Barbastro, y se abrieron seis diligencias policiales por agresiones verbales o amenazas, tres en la demarcación de Policía Nacional y tres en la de Guardia Civil.
Visibilizar el problema
“Que las cifras registradas sean bajas no quiere decir que sea un problema menor, porque sabemos que son muchas las agresiones que se quedan sin denunciar. Es importante que los profesionales de la salud den un paso que a veces es difícil, pero que permite visibilizar este problema. Además de no dejar la agresión sin respuesta, una denuncia sirve también para prevenir un futuro ataque que puede recibir otro sanitario”, señaló Campo.
Por su parte, el presidente del Colegio de Veterinarios de Huesca, Fernando Carrera, abundó en la misma idea, ya que “deberíamos potenciar la cultura de la seguridad, en el sentido de animar a los sanitarios en general, veterinarios en particular a hacer denuncias por este tipo de conductas. Aunque no es lo habitual, pueden existir agresiones verbales, amenazas, tensiones entre nuestros colegiados y ganaderos o dueños de mascotas, tanto en visitas oficiales de inspección como en el ejercicio libre que no culminan en denuncia, y por eso hay tan poca incidencia según las estadísticas”.
También recordó que, en este tipo de situaciones, los veterinarios suelen estar aislados o solos frente al agresor, por las condiciones habituales de su trabajo, lo que puede incrementar el riesgo y aconseja notificar los hechos a las fuerzas de seguridad.