Rufino Álamo desde el atril, ante la secretaria colegial y el viceconsejero
El presidente del Colegio de Veterinarios de Valladolid, Rufino Álamo, subrayó ayer durante el acto conmemorativo de San Francisco de Asís la labor de estas corporaciones en la defensa de la profesión y la formación continua, “porque no son entidades vetustas ni arcaicas, sino con una vigencia de plena actualidad. Aquí está un Colegio fundado en 1905 que quiere dar respuesta a los veterinarios de hoy, de un perfil cada vez más variado y diverso”.
En su intervención, Álamo recordó que el primer veterinario español con titulación como tal fue Bernardo Rodríguez Marinas, un vallisoletano becado para estudiar en la Escuela de Alfort (Francia). “Desde entonces llevamos más de dos siglos atendiendo las necesidades de la sociedad, como vemos ahora mismo, ya sea para aplicar correctamente la Ley de Protección Animal o en la lucha contra la enfermedad hemorrágica epizoótica, consecuencia del cambio climático”, precisó.
“Nos hemos enfrentado a la gripe de 1918, a la gripe aviar, a la rabia y al Covid. Ahora nos preocupa bastante la resistencia a los antibióticos, esa pandemia silenciosa que avanza, y el respeto al medio ambiente. De ahí el acierto de programas como VetSostenible”, explicó el presidente, que elogió la tarea de la OCV en formación y comunicación.
“En los últimos veinte años, el mundo ha vivido cambios vertiginosos. Nuestra profesión, también. Por eso pido a los nuevos colegiados que se impliquen en la vida del Colegio, como una realidad actual, para prestar el mejor servicio a lo que la ciudadanía nos demanda en cada momento”, concluyó Álamo.
Completar la formación
En parecidos términos se expresó el viceconsejero de Transformación Digital de la Junta de Castilla y León, el veterinario Jorge Llorente, al incidir en la importancia de estas corporaciones “para que los jóvenes completen su formación. Al salir de la Facultad te falta una práctica que te deben transmitir los mayores. Así fue en mi caso, porque pude comprobar la utilidad del Colegio como red de experiencia que se proporciona a los nuevos. Y tenemos que insistir en que prestamos un servicio esencial a la sociedad”.
El acto incluyó la bienvenida a los 28 nuevos colegiados -20 mujeres y 8 varones-, y el reconocimiento por jubilación al colegiado Arturo Marqués, que no pudo asistir por motivos de salud. Después tuvo lugar la cena en el restaurante Pedro Olivar, con gran afluencia de veterinarios y veterinarias, mientras que mañana domingo, en la misa de 13.30 horas en la iglesia de los Padres Franciscanos, serán recordados los colegiados fallecidos en el último año: Francisco Javier Zarceño, Jacinto Geijo y Félix Arnáiz.