La vacunación canina es el método más costo-efectivo para combatir la rabia. De hecho, este sistema de prevención resulta un 90% más barato que el tratamiento post-exposición de urgencia en las personas mordidas por un perro u otro animal infectado. Además, extender esta pauta vacunal reduciría de forma considerable e incluso erradicaría la rabia canina.
La vacunación de los perros permite controlar y eliminar la rabia en el mundo, ya que son estos animales los que transmiten, a través de la mordedura, el 99% de los casos de rabia en personas. No obstante, los veterinarios recomiendan extender esa pauta a otras mascotas susceptibles de padecer y contagiar la enfermedad, con el fin lograr mayores tasas de inmunidad.
Con motivo del Día Mundial de la Lucha Frente a la Rabia, que se celebra cada 28 de septiembre, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) recuerda que en España es obligatoria la vacunación antirrábica de perros en todas las comunidades autónomas salvo en Galicia. En País Vasco y Asturias es de reciente aplicación. Mientras que Cataluña prevé hacerla efectiva próximamente.
La Organización que aglutina a más de 36.000 veterinarios españoles ha venido reclamando desde hace años la vacunación con carácter imperativo en todo el territorio nacional, para contar con un protocolo uniforme y válido que es la única vía de protección colectiva, como una medida de sanidad animal que contribuye a evitar problemas de salud pública.
No obstante, los veterinarios piden una concienciación a los dueños de mascotas sobre la importancia de la prevención, para que los casos de rabia en España sigan siendo excepcionales, vinculados a perros errantes que llegan a Ceuta y Melilla procedentes de Marruecos.
La importancia de la rabia en el mundo
La rabia es considerada una de las zoonosis más habituales del mundo por su alta tasa de contagio y letalidad. De hecho, está presente en más de 150 países, donde cada año acaba con la vida de cerca de 70.000 personas, más del 40% niños menores de 14 años, en zonas desfavorecidas con escasos medios de atención sanitaria.
Entre el 30 y el 50% de las personas expuestas a perros rabiosos desarrolla la enfermedad y, una vez que se manifiestan los primeros síntomas, tiene una mortalidad del 100% a pesar de todas las medidas de tratamiento.
Por este motivo, la OCV insiste en que “es de vital importancia apostar por la prevención a través de la vacuna antirrábica”, e incide en que “ante la mordedura de un animal rabioso o sospechoso, se debe administrar de inmediato el oportuno tratamiento para evitar que pueda desarrollarse la enfermedad en la persona”.