José Rosendo Sanz Bou, histórico presidente de los veterinarios valencianos, falleció ayer a los 71 años de edad. Estuvo el frente del Colegio de Valencia como máximo responsable entre 1996 y 2012 y destacó también como artífice de la creación en 1999 del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios, que aglutina las corporaciones profesionales de las tres provincias y que ejerce la labor de interlocución d con la Generalitat. Lo hizo de forma pionera, como una de las primeras expresiones del desarrollo de la España de las autonomías y en ése contexto también habría de inscribirse su protagonismo en el desarrollo –que fue también modelo para otras regiones españolas- del Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA) a partir de 1996.
“Los veterinarios valencianos y de todo el país sólo pueden sentir agradecimiento y rendir un sentido reconocimiento a su figura, porque él fue el forjador de una gran parte de lo que hoy somos. Dedicó toda una vida a defender, articular, proyectar y poner en valor ante la sociedad a esta profesión sanitaria, y lo hizo con un liderazgo incuestionable, desde el sentido común, el rigor de quien gustaba siempre dialogar y armarse de razones antes de reivindicar o tomar decisiones. Su saber hacer fue, es y será un referente para todos los que después hemos venido a tratar de servir a esta profesión”, ha señalado la presidenta del Colegio de Veterinarios de Valencia, Inmaculada Ibor.
José Rosendo Sanz Bou nació en la pequeña localidad valenciana de Fortaleny, en la Ribera Baja y próxima a Sueca, el 29 de diciembre de 1951. Obtuvo la licenciatura en Veterinaria en la Facultad de Zaragoza en 1974 y en 1979 se doctoró cum laude por la Universidad Complutense de Madrid. Llegó a la presidencia colegial tras las elecciones celebradas en abril de 1996, responsabilidad que renovó tras otros dos comicios para completar hasta tres mandatos consecutivos. Durante este tiempo, más allá de situar al Colegio y al Consejo Autonómico de los veterinarios ante la sociedad valenciana y de rescatar con su gestión financiera a la entidad, desplegó una intensa actividad, orientada no sólo a la formación en la excelencia de los colegiados, sino también a la colaboración de la corporación en actividades universitarias, científicas y sociales.
Vicepresidente del Consejo General
Trabajó para construir una interlocución sólida con las administraciones autonómicas -fundamentalmente con las competentes en las áreas de Agricultura y Sanidad-, en hacer crecer la profesión y en la actualización y permanente modernización de las estructuras y operativa interna de la entidad. Más allá de tender puentes con los otros dos colegios provinciales valencianos, también obtuvo importantes reconocimientos fuera de esta comunidad, ocupó la vicepresidencia del Consejo General de Colegios de Veterinarios de España entre los años 2000 y 2004.
Y en esta línea de protagonismo en la vida colegial, debería enmarcarse también su decisivo papel en la promoción y fundación de Unión Sanitaria Valenciana (USV), que acabó por ser la entidad que representó a todo el colectivo sanitario cuando, tras la crisis financiera y económica de 2008, llegaron en 2011 los recortes públicos a todas las profesiones sanitarias que trabajaban para la Administración.
Rosendo Sanz desempeñó igualmente cargos de responsabilidad al servicio de la salud pública y la medicina preventiva. Antes de iniciar su trayectoria como funcionario de carrera, fue veterinario titular en Carlet y posteriormente en de L’Alcúdia y Benimodo. Tras sacar las oposiciones ejercería sucesivamente como veterinario de Salud Pública en las referidas poblaciones además de en Guadassuar, hasta que en octubre de 1988 obtuvo la plaza en Alzira. Desde entonces asumió también la responsabilidad como Coordinador Veterinario del Área de Salud 10 (en la Ribera), y posteriormente fue director del Centro de Salud Pública de Alzira (áreas 9 y 10), uno de los más importantes de la región tanto en términos de superficie geográfica como por densidad de población.
Docencia y labor investigadora
Su paso no fue efímero pues se mantuvo en esa dirección durante más de 17 años, hasta el momento de su jubilación a finales de 2016, dirigiendo el trabajo de más de 110 profesionales de la salud pública (veterinarios, farmacéuticos, médicos, enfermeros…), en los ámbitos de la seguridad alimentaria, epidemiologia, salud laboral y promoción de salud.
También hay que resaltar su faceta como docente universitario en Deontología, Medicina Legal, Legislación o Salud Pública, así como por su labor investigadora en campos de la zootecnia y nutrición animal, en un primer momento, para especializarse más tarde, en la administración de recursos y gestión del personal en la gestión sanitaria o en materia de seguridad alimentaria e higiene. El 19 de octubre de 2012, durante la cena de gala con motivo de San Francisco, su sucesor al frente del Colegio, Francisco Beltrán, lo nombró públicamente como Presidente de Honor de la entidad y se le concedió la medalla de honor de la corporación.