El Colegio de Veterinarios de Valencia, a través de su servicio jurídico, ha remitido un requerimiento a un adiestrador que, en Tik Tok, había vertido “manifestaciones en relación a la actuación de un veterinario que pueden ser ofensivas para la profesión toda vez que no están fundadas ni son ciertas”.
En tal comunicación se insta al adiestrador a eliminar el vídeo en cuestión para evitar “inducir a error a los seguidores de su canal y al público en general” o, de lo contrario —se advierte en el escrito— “nos veremos obligados a iniciar las acciones judiciales que sean oportunas para la defensa de los intereses de la profesión”.
En el vídeo aparece el adiestrador en un lugar cerrado junto a otra persona, acompañados de Ragnar, un perro que —según explica— había mandado “a sus dueños al hospital”. Un animal “mimado, que ha ganado muchas ‘batallas’ mordiendo”, apunta, en alusión a sus evidentes problemas de conducta.
Acto seguido, el adiestrador critica la actuación del veterinario al que habían llamado los propietarios tras el incidente quien, supuestamente, les informó de que iba a “enviar a un etólogo a su casa” cuando —según dice en el Tik Tok— “está prohibido trabajar una modificación de conducta y un adiestramiento en una casa porque siempre tiene que hacerse dentro de un núcleo zoológico autorizado como escuela canina”.
El Colegio, por el contrario, señala en su escrito que “tanto el etólogo como el veterinario pueden realizar su labor en el domicilio del animal, si lo considera oportuno para su terapia, sin necesidad de trasladarlo a un núcleo zoológico (…) y todo ello, de conformidad con lo previsto en la Ley 2/2023, de 13 de marzo”.