El Palacio de Congresos “Conde Ansúrez”, en Valladolid, acoge durante la jornada de hoy sábado el I Congreso Veterinario de Pequeños Animales de Castilla y León, que pretende actualizar la formación de los profesionales que se dedican a esta especialidad clínica en la Comunidad Autónoma, cifrada en unos 650 veterinarios, un número creciente por el incremento de animales de compañía en los hogares.
Organizado por el Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León, con el patrocinio de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) y la Asociación Empresarial Veterinaria-CEVE de Castilla y León, el Congreso presta especial atención a diferentes tipos de aves de compañía y al desgaste emocional que padecen los veterinarios clínicos, con situaciones frecuentes de estrés e incluso acoso.
Dentro del primer ámbito, intervienen como ponentes los doctores Andrés Montesinos y María Ardiaca, de la Clínica Los Sauces, que se centrarán tanto en el manejo como en las patologías de aves de compañía y del conejo como mascota. Por su parte, Jerónimo Martínez Pino, de Clínica Neurológica Veterinaria, abordará lo relacionado con anestesia práctica de principio a fin.
Las ponencias dedicadas a la salud mental de los veterinarios llevan por título “La palidez en el rostro del veterinario. El color del dinero”, a cargo de la médico y mentora de negocios Rosa Montaña Hernández; “Dar visibilidad al burnout en el veterinario clínico”, impartida por la doctora Lorena Millán, de la Unidad de Investigación del Hospital de León; y “Gestión del estrés en el personal veterinario. Cómo resolver conflictos con clientes”, por el veterinario, consultor y coach Mike Valera.
Actualizar conocimientos
Según ha explicado Luciano Díez, presidente del Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León, este I Congreso “nace con vocación de continuidad y quiere dar respuesta a la constante necesidad de mejorar y actualizar los conocimientos de los veterinarios clínicos de pequeños animales, ya que las mascotas están cada vez más presentes en nuestras vidas”.
Esa sensibilidad social, aun mayor entre los propietarios, respecto a la importancia del bienestar animal “nos obliga a una renovación constante de técnicas y habilidades. Además, la clínica de pequeños animales también representa una salida profesional interesante en una región como la nuestra, puesto que alrededor del 16 por ciento de los casi 4.000 colegiados se dedican a ella”.
Por su parte, Rufino Álamo, presidente del Colegio de Veterinarios de Valladolid, se refirió a la importancia de cuidad la salud mental de los veterinarios, “ya que somos una profesión sanitaria y, como tal, sometida a un alto grado de presión que puede desembocar en depresión y, en casos extremos, en suicidio, lo que nos obliga a saber gestionar correctamente este tipo de situaciones, sobre todo en los compañeros clínicos”.