La leishmaniosis canina es una enfermedad endémica en España, “que puede tener graves consecuencias para la salud pública”. A pesar de ello, lamenta la Organización Colegial Veterinaria (OCV), “continúa siendo una zoonosis desatendida que nos plantea distintos retos en áreas como la prevención, la concienciación o la investigación, entre otros”.
En el ‘Día de la Lucha Frente a la Leishmaniosis’, que se celebra cada 1 de junio, la OCV insiste en “la importancia de la prevención como la única medida eficaz en el control de esta enfermedad, que afecta cada año en España a cerca de 385.000 perros”.
Además, los recientes datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica indican que en los últimos siete años se ha producido un ligero incremento de los casos de leishmaniosis en personas, lo que demuestra “la necesidad de que profesionales sanitarios como médicos o veterinarios abordemos la enfermedad de forma conjunta bajo un enfoque Una Sola Salud”.
“El control de la leishmaniosis en personas pasa necesariamente por el control de la infección en el perro, ya que es el principal reservorio. Pero también se ha encontrado su transmisión indirecta a través de mamíferos silvestres”, subraya la OCV, lo que refleja la estrecha relación entre humanos, animales y medio ambiente.
Expansión temporal y territorial
Por otra parte, el aumento generalizado de las temperaturas derivado del cambio climático está afectando a la expansión de la enfermedad, puesto que ya se detecta en zonas donde antes no estaba presente. Hace unos años, los flebótomos mantenían su actividad de abril a octubre; sin embargo, ahora aparecen durante casi todo el año en la práctica totalidad de la geografía española.
En este aspecto, la Organización que aglutina a los más de 36.000 veterinarios españoles hace hincapié en la importancia de “proteger a los animales de compañía durante los 12 meses del año mediante un plan preventivo adaptado para garantizar no solo su buena salud, sino la de toda la familia”.