El Colegio de Veterinarios de Alicante y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), dentro de la línea de estrecha colaboración que mantienen, organizaron un curso para mejorar la atención y las periciales veterinarias en casos de maltrato animal, que tuvo lugar los días 24 y 25 de marzo, con una asistencia de cuarenta personas, entre agentes de la Benemérita y veterinarios.
Esta acción formativa corrió cargo de un reconocido especialista en la materia, como es Antonio Rodríguez Bertos, jefe del Servicio de Patología Animal y Veterinaria Forense del Centro VISAVET y profesor titular en el departamento de Medicina y Cirugía de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense.
Además, el experto forense que impartió el curso también ha tratado de formar a los agentes para que los pasos dados en la investigación tengan un mayor valor probatorio en caso de un proceso judicial, así como a saber identificar los indicios de un posible maltrato y cuándo, ante tales circunstancias, se debe pedir una prueba pericial.
“Dada la importancia en las periciales de las necropsias a los posibles perros o gatos maltratados y fallecidos por ello, y ante las dificultades para poder costearlas, el Colegio está estudiando habilitar una línea de financiación propias para que éstas puedan realizarse en determinadas situaciones”, explicó a este respecto el presidente de la entidad colegial, Gonzalo Moreno.
Antecedente concreto
La idea de realizar este curso fue forjándose con motivo de un caso en el que la entidad se involucró especialmente: un perro cazador que había muerto tras recibir dos tiros. Al ser inquirido por los agentes, su titular arguyó que -de manera accidental- el animal había sido víctima de uno de ellos y que el segundo disparo, dado lo malherido que quedó por tal motivo y el evidente sufrimiento que se observaba en el animal, fue para sacrificarlo in situ.
Cuando el Colegio fue consultado por este asunto, se evidenció la necesidad de contar con un análisis forense que, necesariamente, pasaba por la realización de una necropsia al perro. La junta estudió el caso, se cercioró de que la financiación por parte del Colegio no deslegitimaba el informe -por si era considerado parcial- y decidió puntualmente hacerse cargo de costearlo: las conclusiones de la necropsia acreditaron que el primer disparo sólo había sido superficial y que el animal, con los cuidados necesarios, podría haberse recuperado con relativa facilidad.
El provincial alicantino quiere involucrarse en algunos de estos procesos y está decidido a financiar varios de ellos. “Queremos formar a los veterinarios a la hora de hacer estas pruebas y los peritajes veterinarios en general. Los fondos que dediquemos irán destinados a los propios colegiados. Con las primeras sentencias condenatorias -si es que las hay- ya retomaremos los contactos con las administraciones para que se hagan cargo de este tipo de gastos, sobre todo los ayuntamientos”, aclaró Moreno del Val.