El Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios entregó su medalla de oro a quien fuera presidente del Colegio de Veterinarios de Sevilla desde 1996 hasta el pasado mes de octubre, Ignacio Oroquieta Menéndez, en un acto solemne y a la vez entrañable celebrado el viernes en la Capitanía General de la capital hispalense, que contó con la presencia de autoridades, familiares, amigos, compañeros y presidentes de Colegios de Veterinarios de toda España.
La OCV estuvo representada por su secretario general, Rufino Rivero, quien ponderó del homenajeado “su ilusión, coraje y arrojo, siempre fiel a su personalidad y carácter, con un sentido del humor inteligente, y que ha sido capaz de empatizar siempre con los demás”, y su entrega durante la etapa en la que fue vicepresidente del Consejo General. Por su parte, Fernando Caballos, su sucesor al frente de la corporación sevillana, con más de mil colegiados, se refirió a él como “una persona comprometida con lo que cree, capaz de conjugar a la perfección pensamiento con acción, y ejemplo de honestidad”.
Según señaló Fidel Astudillo, presidente del Consejo Andaluz, la máxima distinción concedida pretende reconocer la trayectoria de un gran profesional “tras más de 25 años de amistad forjada y conservada con gran cariño y afecto por todos los caminos que conjuntamente hemos recorrido como compañeros, en momentos buenos y otros un tanto amargos”.
También intervino Librado Carrasco, catedrático de Anatomía Patológica y director general de Planificación de la Investigación de la Junta de Andalucía, que ensalzó “todo lo que ha aportado siempre a la profesión, su pasión por el Ejército, su capacidad de liderazgo y su gran prestigio”. Tras la entrega, los invitados se trasladaron hasta la sede de la Fundación Cruzcampo, donde se sirvió un cóctel.