El Colegio de Veterinarios de Lugo avanza en el reconocimiento de nuevos derechos para los integrantes de esta entidad con el inicio de una campaña divulgativa y de sensibilización a nivel nacional sobre las lesiones músculo-esqueléticas. En concreto, promueve una encuesta monográfica con una veintena de preguntas para abordar, entre otros ítems, el grado de conocimiento sobre el impacto de los riesgos ergonómicos en su desempeño diario, la experiencia previa en relación a este tipo de patologías o las consecuencias, tanto desde el punto de vista del abandono de la profesión como de la necesidad de cirugía.
Esta iniciativa, liderada por María del Camino Ferrero, responsable del área social y laboral del Colegio lucense, cuenta con la colaboración activa de Luis Castro Iglesias, especialista universitario en Valoración del Daño Corporal y en Fisiología del Ejercicio, quien destaca en un vídeo que los veterinarios están sometidos a un “agravio comparativo” al no figurar la suya entre las profesiones contempladas en el Real Decreto 1299/2006 de 10 de noviembre por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y registro.
A este respecto, Castro señala que esta desigualdad se produce “no solo durante el ejercicio profesional, sino también de cara al futuro no laboral, al jubilarse”, al no permitir tener acceso a una incapacidad permanente por contingencia profesional por este tipo de lesiones. En este sentido, este doctor explica que esta clase de trabajadores están sometidos a sobrecargas musculares o tendinosas con especial frecuencia debido a, entre otros factores, las posturas forzadas, la manipulación de cargas o la realización de movimientos repetitivos.
Sin embargo, el hecho de que esta profesión no esté recogida en dicho Real Decreto provoca que las bajas sean concedidas por enfermedad común, en lugar de por contingencia profesional. Para combatir esta situación, Castro pide a los profesionales veterinarios “mayor grado de conciencia sobre la gravedad de este asunto y mayor atención para poner en relación estas lesiones y determinadas acciones inherentes a su labor diaria”.
Además, el doctor Castro destaca la conveniencia de recurrir a los profesionales de la Medicina siempre que sea necesario, ya que “lo cierto es que los veterinarios acuden al médico de cabecera con mucha menor frecuencia de lo que deberían”.
Necesidad de visibilización y concienciación
Por su parte, el presidente Colegio de Lugo, José Luis Benedito Castellote, detalla que el objetivo de esta campaña, que en sus tres primeras semanas de actividad ya ha recabado 1.110 colaboraciones, es “visibilizar y sensibilizar a la administración pública sobre riesgos inherentes al desempeño de nuestra actividad diaria” de cara a que este tipo de lesiones sean reconocidas como enfermedad profesional.
Para ello, resulta fundamental “la implicación de nuestros colegiados, que son quienes conocen y sufren de primera mano este problema”, por lo que los insta, tanto si están en activo como si están jubilados, así como si padecen o no lesiones, a completar la encuesta para “dar un paso firme y sin retorno” de cara al reconocimiento por parte del Sistema Nacional de Salud de estas patologías.