“Quiero expresar públicamente el agradecimiento de la profesión al doctor Díez por su servicio abnegado y generoso, pleno de méritos académicos y lleno de éxitos profesionales, personales y empresariales a lo largo de toda su vida. Quiero reconocer, en un día como hoy, la enorme deuda que tiene la profesión veterinaria con su persona. Él comprendió -pese a nuestras insuficiencias y defectos- que una corporación colegial exige de un crédito ilimitado, confianza, entusiasmo, ilusión, generosidad y compresión, códigos que, por desgracia, no siempre tienen el reconocimiento que debieran en nuestros días”.
Con estas palabras se refirió Luis Alberto Calvo, presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), a la figura de Paulino Díez Gómez, fallecido en 2020, que fue presidente del Colegio de Veterinarios de Valladolid y vicepresidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, del que destacó su “personalidad polifacética como veterinario, militar y bodeguero”.
Durante la sesión in memoriam, Calvo tuvo emotivos recuerdos hacia quien fue su antecesor al frente del Colegio vallisoletano, corporación que le rindió homenaje ayer viernes, dentro del acto conmemorativo de San Francisco de Asís, patrón de la profesión, en el que su hija María Jesús recibió un ramo de flores y la ovación de los presentes.
Otro punto álgido del encuentro fue la conexión por videoconferencia con Karmele Llano desde Borneo, donde reside desde hace casi dos décadas centrada en el desarrollo de proyectos de conservación de especies y de la biodiversidad, quien agradeció en nombramiento como “presidenta de honor” del Colegio de Valladolid, y recordó que hay un millón de especies en peligro real de extinción, “aunque solo nos suenen los rinocerontes, los elefantes y los tigres”.
Colaborar con la población local
“Por mi experiencia en rescate y recuperación de orangutanes, puedo asegurar que es imprescindible la colaboración con las poblaciones locales para proteger los hábitats. Hay que salvar primero a los humanos para salvar a la fauna. La caza furtiva y la tala ilegal de bosques están muy relacionadas con la pobreza”, aseguró la veterinaria vizcaína, quien subrayó que “la cuenta atrás del reloj apremia” y la enseñanza del Covid debe servir para reforzar el modelo One Health.
Por su parte, Rufino Álamo, presidente del Colegio de Valladolid, destacó el trabajo conjunto con los médicos para afianzar el concepto Una Salud, el esfuerzo efectuado por los veterinarios para lograr la disminución del uso de antibióticos en ganadería –cifrado en el 60%-, la necesidad de desarrollar las especialidades profesionales y el excesivo número de facultades existentes en España.
El viceconsejero de Política Agraria Comunitaria y Desarrollo Rural, Juan Pedro Medina, ponderó la labor de los veterinarios en la mejora de sanidad animal, “que es ciencia y no ideología”, y consideró oportuno ayudar a la naturaleza, “porque lo peor es el abandono. Sola no es capaz de regularse, como hemos visto en la Sierra de la Culebra, a pesar lo que se diga desde una ecología mal entendida”.
Comunicación y bienestar animal
También intervino el viceconsejero de Transformación Digital, Jorge Llorente, veterinario de formación, quien animó a los profesionales a apostar por la digitalización, a mejorar la comunicación, “para mostrar lo que hacemos por la sociedad, sobre todo entre los más jóvenes, y a trabajar en todo lo relacionado con bienestar animal, que es competencia nuestra”.
El acto incluyó la imposición de insignias de oro a los compañeros que llevan cincuenta años jubilados, entrega de diploma a los jubilados y recepción a los nuevos veterinarios de los años 2020, 2021 y 2022, un total de 60 colegiados de los que 47 son mujeres y 13 hombres. Después, tuvo lugar la cena de hermandad en el restaurante La Encina, del Hotel Zentral Parque, con cerca de un centenar de asistentes.