Con motivo de la celebración del patrón de los veterinarios, San Francisco de Asís, el Colegio de Granada reivindica por segundo año consecutivo la importancia de las razas autóctonas ganaderas de la provincia, con especial atención, a aquellas que están en peligro de extinción, de manera que la protagonista de la mesa será la oveja lojeña, emblemática raza del Poniente granadino, que cuenta con Libro Genealógico y un Programa de Recuperación desde el año 2007.
La raza encarna a la perfección la tan reivindicada ganadería extensiva como actividad sostenible, que aporta mucho más que su magnífica carne, que contribuye al mantenimiento de la biodiversidad de la zona, a la creación de riqueza en el medio rural, que forma parte del acervo genético y cultural de esta parte de la provincia, y que está íntimamente ligada a la veterinaria al tratarse de una actividad pecuaria.
Así, la tradicional comida de hermandad ha tenido lugar en las instalaciones de los jardines de Riofrío, perteneciente al municipio de Loja. En el menú ha ocupado un lugar privilegiado la carne de ovino lojeño. Un inicio con un rosco lojeño (de cordero ecológico lojeño) que será presentado por José Miguel Magín, jefe de cocina de Qubba Gastrobar by Hotel Saray que recientemente has sido elegido Maestro Culinario por votación popular en nuestra provincia, que ha representado en 2 ocasiones a la provincia de Granada en Madrid Fusión.
Cordero y caldereta
El cóctel ha permitido probar también las anchoas de cordero lojeño, receta de Victoria Tango Chef, cocinera del terruño y que colabora habitualmente con ACROL (Asociación de Criadores de Oveja Lojeña) porque, como bien dice ella, “un buen día nos conocimos una asociación con alma de cocinero y una cocinera con alma de pastora”
La caldereta de cordero y unas buenas chuletas de cordero lojeño al carbón redondearon un menú acompañado de otros productos del poniente granadino como son, las truchas y el esturión de Riofrío. El acto ha incluido el nombramiento de Colegiado de Honor del compañero Rafael Ángel Olvera Porcel, así como la bienvenida a los nuevos compañeros colegiados, y un reconocimiento a los veterinarios que cumplen 25 y 50 años de colegiación.