El Hotel Pedro I de Aragón albergó las XVII Jornadas Taurinas del Colegio de Veterinarios de Huesca que tuvieron lugar coincidiendo con las fiestas patronales de San Lorenzo. Abrió el acto su presidente, Fernando Carrera quien después de dar la bienvenida al numeroso público asistente, más de 200 personas, la mayoría aficionados al mundo taurino y veterinarios, hizo algunas referencias a los más de dos años de pandemia que tanto ha afectado a la sociedad, incluida la tauromaquia, y presentó al ponente, Antonio Purroy, profesor de Producción Animal en la Universidad Pública de Navarra.
A lo largo de la conferencia titulada “Los toros después de la pandemia”, Purroy recordó que la tauromaquia es una de las actividades que más ha sufrido durante las restricciones de la Covid19. “Muy pronto se dieron cuenta los ganaderos de que tenían que sacrificar toros que no iban a poder lidiarse en 2020, especialmente los cinqueños, pues una vez cumplidos los seis años ya no está permitida su lidia. Lo mismo ocurría con el riesgo de los empleos que genera el sector, directos e indirectos, que suponen unos 150.000 puestos de trabajo”, señaló el especialista, quien añadió que el número de profesionales taurinos con carnet supera que superan los 10.000 empleos.
Purroy lamentó que el Gobierno de España dejara “tirada” a la masa laboral de la tauromaquia, pues apenas les socorrió con ayudas económicas como a otros sectores, y puso como ejemplo que los festejos taurinos quedaron fuera del bono cultural para jóvenes. “Con esta actuación el Ejecutivo está incumpliendo la legalidad pues las leyes 18/2013 y la 10/2015 declaran a la tauromaquia patrimonio cultural inmaterial español, digna de protección y fomento”, explicó.
Afluencia de público en San Isidro
Las Giras de la Reconstrucción mediante la unión de la Fundación del Toro de Lidia, Movistar+, los ganaderos de la UCTL, los empresarios de ANOET… para apoyar a la tauromaquia de base, en 2022 se está constatando un resurgimiento claro de la fiesta, pues solo en la Feria de San Isidro de Madrid más de 600.000 personas han pasado por taquilla, así como en los Sanfermines de Pamplona, "donde más de 350.000 almas se han encargado de llenar tres veces la plaza de toros cada día".
“Lo cierto –aseguró- es que la gente se ha rebelado frente a los ataques a la tauromaquia, ya no se creen tanto bulo y tanta mentira y no soporta la falta de respeto y de libertad, por lo que la respuesta para defender y salvar la tauromaquia está siendo evidente”. En este sentido, denunció las “mentiras” que difunde el movimiento animalista, una corriente mundial que quiere equiparar en derechos a hombres y animales, “cuando los animales no tienen derechos porque no tienen obligaciones. Los humanos tenemos la obligación de cuidar a los animales y de protegerlos, de no maltratarlos y no abandonarlos”.
Valor ecológico de la dehesa
Purroy reiteró “el toro de lidia es el eje central sobre el que gira la tauromaquia, es la mayor aportación de España a la zootecnia universal. El toro de lidia es un gran conservador medioambiental, especialmente de la dehesa, un ecosistema ecosilvopastoral de gran valor El toro de lidia ayuda a la cohesión territorial española y es uno de los grandes exponentes de la marca España. ¿Todas estas razones –y bastantes más- no son suficientes para que sigamos apoyando y disfrutando de la tauromaquia?”, se preguntó.
El acto concluyó con la entrega del trofeo al toro más bravo de la Feria de San Lorenzo 2019, que correspondió a la ganadería de Salvador Domecq, quien excusó su asistencia por motivos de agenda. El ejemplar de nombre “Escalador”, número 17, fue lidiado por El Fandi el 13 de agosto de ese año.
Además, se hizo entrega de unos platos grandes de cerámica de Bandalies, de un alfarero de gran prestigio de la zona, a Antonio Purroy; a la delegada territorial del gobierno de Aragón en Huesca y también a tres novilleros oscenses que debutaban en una novillada sin picadores: Porta Miravé, Jorge Mallén e Ignacio Boné.