Los veterinarios trabajan contra la desertificación de los suelos de Castilla-La Mancha, que cuenta con más de 75.000 kilómetros cuadrados susceptibles a la degradación del terreno, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y el Ministerio para la Transición Ecológica.
“Por su conocimiento en la gestión del medio ambiente, el control de zoonosis y por su larga trayectoria de trabajo dentro del marco de One Health-Una salud, la profesión veterinaria una figura insustituible en la elaboración de los proyectos de restauración de suelos”, reivindicó Luis Alberto García Alía, presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo y del Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla-La Mancha, con motivo del ‘Día Mundial de la Lucha Frente a la Desertificación’.
La desertificación hace referencia a la degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas. Factores como la actividad humana, el cambio climático, la ganadería y la agricultura no sostenibles, la deforestación o un mal uso de los recursos influyen en el deterioro de los suelos.
“Debemos tener presente que el cambio en el uso de la tierra es una de las principales causas de la aparición de enfermedades infecciosas, de las cuales más del 60% son zoonosis”, ha destacado García Alía.
El presidente de los veterinarios de la región recordó que, además, “la degradación de los suelos disminuye el bienestar de más de 3.000 millones de personas en el mundo y tiene graves consecuencias sobre la fauna y la flora de nuestro planeta, lo que pone en grave peligro la salud pública”.
Frenar el fenómeno es posible
Se estima que en 2045 cerca de 135 millones de personas habrán sido desplazadas como consecuencia de la desertificación. Frenarla es posible, explicó García Alía, con trabajos como el control de enfermedades para evitar que salten entre especies; con prácticas adecuadas en la fertilización de los suelos con abonos orgánicos procedentes de la ganadería; la restauración de los paisajes naturales para reducir el contacto directo entre la vida silvestre y los asentamientos humanos; o una correcta eliminación de los medicamentos.
“Todas esas tareas son prioritarias para el sector veterinario desde hace algunas décadas”, concluyó el presidente del Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla-La Mancha