El coronel López Tomás presentó al conferenciante en presencia del general de brigada Pérez Romero
“Lo que está sucediendo es muy revelador. Quizá la humanidad se ha sentido, por primera vez en muchos años, vulnerable. No es indestructible, no está por encima del bien y del mal, ni de la naturaleza, ni de la ciencia. No puede con todo”. Así se expresaba el presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo, en la conferencia “Un Planeta-Una Salud” pronunciada en Centro Veterinario de la Defensa, en la que defendió la apremiante necesidad de apostar por el modelo One Health ante las amenazas de futuro, “porque no tenemos un planeta de repuesto”.
“One Health no es una pócima milagrosa, es solo una cartera enorme de soluciones que necesitamos casi de forma desesperada: solo tenemos un planeta y solo tenemos una salud”, aseveró Calvo, quien efectuó un prolijo repaso de epidemias y pandemias que han afectado a la humanidad a lo largo de la historia, y destacó la influencia de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad en el aumento de enfermedades emergentes.
“La naturaleza nos está diciendo qué es lo que puede llegar a pasar con un virus relativamente leve procedente de un murciélago. Pero hay cosas muchísimo peores esperándonos si no tratamos el problema medioambiental”, aseguró el presidente de la OCV, tras agradecer al general de brigada veterinario Alberto Pérez Romero y al coronel Luis López Tomás la invitación para disertar en este foro.
Incremento de la población mundial
Aspectos como el imparable ascenso de la población mundial, la deforestación, la emisión de gases de efecto invernadero y la existencia de 1,6 millones de virus, de los que solo se conocen 260, fueron asuntos comentados por el conferenciante, que reclamó investigar más fondo los de origen zoonósico, por ser responsables de las recientes pandemias, y lamentó que las actuaciones de los gobiernos sean insuficientes ante la gravedad del fenómeno.
“Mientras reconocen la realidad del calentamiento global, las medidas políticas continúan estando por debajo de lo mínimamente necesario para resolver el problema. En este sentido, hay una brecha enorme entre la evidencia científica y la respuesta política. El mundo occidental parece no darse cuenta de que las hambrunas las causan los burócratas y las políticas, no el clima”, concluyó.