Las elecciones celebradas ayer han confirmado el segundo mandato de Inmaculada Ibor al frente del Colegio de Veterinarios de Valencia. Su candidatura –la única conjunta- salió refrendada en su totalidad. A los comicios se presentó una segunda candidatura individual, la de la colegiada Laura López, que lo hacía para aspirar a vocal de la junta pero que no resultó elegida.
El nuevo órgano de gobierno elegido presenta tres novedades sobre la junta saliente y aún en funciones: Joaquín Gómez (procedente del sector agropecuario), Fernando Marquina y Jacobo Giner (ambos ejerciendo la clínica de pequeños animales). Completan este equipo multidisciplinar y repiten de la anterior etapa: María Vitoria (clínica), como secretaria, y, como vocales, Julio Máñez (salud pública); Santiago Peris (clínico) y Rosa Ibor (salud pública).
En este año, además, el Colegio inaugurará y comenzará el traslado a su nueva sede, más céntrica y situada entre el Museo Valenciano de la Ilustración (MUVIM) y la antigua Delegación del Ministerio de Hacienda, en la calle Guillem de Castro, Además, comenzará a trabajar en los actos para celebrar en octubre el 125 aniversario de la entidad considerada decana de los colegios de veterinarios de España. Ibor ha agradecido a López su “compromiso” con la entidad y le ha transmitido personalmente que “espera que siga colaborando y realizando nuevas aportaciones”.
1.900 colegiados y 433 centros veterinarios
Ibor será así, cuando se cumpla el plazo estatutario establecido para las alegaciones y se consume el traspaso de poderes, la vigésimo primera presidenta del Colegio de Veterinarios de Valencia. Tras las elecciones de mayo de 2017 fue ya, de hecho, la primera mujer en presidir una entidad que, a cierre de 2021, ya era mayoritariamente femenina, con un 64% de colegiadas, un porcentaje sensiblemente superior a la media nacional, del 52%.
Con casi 1.900 colegiados y 433 centros veterinarios distribuidos por toda la provincia, Valencia es una de las corporaciones de mayor peso dentro de la veterinaria, así como del conjunto del ámbito sanitario. “Atravesamos por un momento crucial. El Colegio debe ser un instrumento que aporte valor al profesional veterinario, que atienda lo que nos demanda la sociedad, que avance hacia la sostenibilidad en la ganadería, hacia un mayor bienestar animal, alimentos más seguros y hacia la excelencia en la clínica veterinaria”, explicó Ibor como principales retos.