La crisis humanitaria que ha generado la guerra de Rusia contra Ucrania también está dejando tras de sí una delicada situación sanitaria en lo que se refiere a animales de compañía, ya que en el país invadido la rabia es endémica, al igual que la tenia Equinococcus multilocularis, lo que representa un riesgo para la salud pública.
Desde el Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León explican que más de cuatro millones de ucranianos han salido hacia Europa, muchos de ellos acompañados de sus mascotas. Para ello, Europa ha levantado las medidas de control y prevención fijadas de forma habitual para evitar la entrada de animales con rabia en el continente y se han dictado en su lugar unos protocolos de control en destino.
Estos controles, recuerdan en el Consejo autonómico, son gratuitos para los propietarios de estas mascotas, puesto que se ha establecido que su coste repercuta “en los profesionales veterinarios que de forma voluntaria se ofrezcan para hacerlo”. Sobre esta situación, desde el Consejo autonómico apuntan dos cuestiones.
Revisiones gratuitas
Por un lado, hacen un llamamiento urgente a los ciudadanos ucranianos que han llegado a Castilla y León con sus mascotas y a los responsables de su lugar de acogida para que hagan esas revisiones gratuitas y proceder a su identificación.
El presidente del Consejo autonómico, Luciano Diez, recuerda que “como Ucrania es un país donde la rabia es endémica y también Equinococcus multilocularis, tenia no detectada en animales domésticos en España, queremos hacer un llamamiento para que todos estos animales que hayan entrado en Castilla y León se pongan en conocimiento de los Servicios Veterinarios Oficiales de la Consejería de Agricultura”.
“Allí –continúa- les indicarán los pasos a seguir para garantizar la identificación, vacunación y tratamiento adecuado. El objetivo, garantizar la salud de las mascotas y evitar así la posible transmisión de estas zoonosis a otras mascotas y personas”.
Los veterinarios, sin ayuda de las Administraciones
Una vez realizado este llamamiento, el Consejo de Castilla y León quiere hacer también una reflexión a las administraciones públicas sobre la financiación de estos tratamientos en una situación tan delicada. “A los veterinarios voluntarios ninguna administración les va a ayudar en el pago del servicio, como se hizo a otros voluntarios durante la pandemia. Tampoco está previsto abonarles los gastos que este servicio a la sociedad les genera al utilizar sus clínicas, vacunas, medicamentos y material necesario para la identificación”, recuerdan en el Consejo.
Una situación, dicen, “injusta y discriminatoria” que ha llevado al Consejo Autonómico de Colegios Veterinarios de Castilla y León a tomar la decisión de abonar las vacunas que utilicen, los medicamentos necesarios para tratarlos contra “echinococcus multiocularis”, así como la reposición de los microchips y pasaportes que utilicen para identificar a las mascotas”.