El trabajo de los veterinarios en la restauración de los suelos degradados “es clave para evitar la emergencia y reemergencia de enfermedades infecciosas, de las cuales más del 60% son zoonosis, es decir, que se transmiten de animales a las personas y pueden causar graves problemas de salud pública”.
Así lo destaca la Organización Colegial (OCV) con motivo del Día Mundial del Suelo, que se celebra cada 5 de diciembre, y advierte de que “la pérdida de biodiversidad y el cambio en el uso del suelo se han convertido en principales causas de la emergencia y reemergencia de enfermedades infecciosas, por lo que se hace imprescindible el trabajo de equipos multidisciplinares, en los que el veterinario aporte sus conocimientos en la gestión del medio ambiente, el control de zoonosis y su amplia experiencia del ecosistema Una Salud”.
“Los veterinarios realizamos una imprescindible labor en el cuidado no solo de los espacios naturales, sino de las zonas urbanas y periurbanas, salvaguardando la sanidad animal de la fauna que habita en cada ecosistema y, por consiguiente, la salud pública”, apunta la OCV.
Proteger los ecosistemas
Por otra parte, añade, “los veterinarios tenemos la responsabilidad de concienciar sobre el valor de la salud de los suelos y su impacto sanitario, social y económico y de la importancia de cuidarlos y protegerlos para garantizar la salud de los ecosistemas y, por consiguiente, la de quienes los habitamos”.
La gestión de las enfermedades para evitar su salto entre especies y la restauración de los paisajes naturales para reducir el contacto directo entre la vida silvestre y los asentamientos humanos, o una correcta eliminación de los medicamentos, son algunas de las labores que desempeñan los veterinarios para frenar y revertir la degradación de los suelos.