El monumento al mulo en montaña, en la ciudad de Huesca, ha acogido de nuevo el homenaje que se le tributa a este animal por la festividad de San Andrés, cada 30 de noviembre, una tradición retomada este año tras no poder celebrarse en 2020 por culpa de la pandemia de la COVID-19.
En el acto participaron el alcalde de Huesca, Luis Felipe Serrate; el presidente del Colegio de Veterinarios, Fernando Carrera, y el coronel Miguel Juliá, quien leyó un manifiesto de exaltación de las labores que realizaba antaño el mulo tanto en el ámbito militar como en el agrícola y el transporte.
Este singular acto, organizado por la Asociación Española de Soldados Veteranos de Montaña, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Huesca y del Colegio de Veterinarios de esta provincia. El presidente de este último, Fernando Carrera, recordó el importante pasado ferial ganadero que tuvo Huesca por la festividad de San Andrés.
“Hubo varias localizaciones para esta feria: la plaza de Santa Clara, la zona de la plaza de Santo Domingo y Unidad Nacional, y el lugar que hoy ocupa el monumento al mulo en montaña. La feria de San Andrés de Huesca se desarrolló desde el siglo XIII hasta mediados del siglo XX, momento en el que se generalizó la mecanización agrícola, que fue arrinconando la tracción animal en la labores del campo”, señaló Carrera.
Imprescindible como équido de carga
El original monumento al mulo, obra del artista de Monzón Miguel Clemente Carmen, fue promovido por el Gobierno Militar en 1982, y donado cinco años después a la ciudad. Es un homenaje a la labor que desempeña este équido, muy vinculado a las unidades de montaña como ayuda para cargar armamento botiquines de sanidad y otros elementos necesarios en terrenos de orografía accidentada.
Así, se trata de la única obra escultórica de este tipo existente en España, aunque sí se puede vincular a otras similares que hay en países como Suiza, Francia e Italia. El mulo ha sido representado en tamaño natural sobre un pedestal de piedras. La figura simula que lleva una carga en rampa, reivindicando así su cometido y esfuerzo como medio de transporte fundamental en este tipo de unidades del Ejército de Tierra. En concreto, porta una pieza de artillería.