El Colegio de Veterinarios de Valladolid ha celebrado con una misa la festividad de San Francisco de Asís, patrón de la profesión, en la que han estado presentes dos lobos y dos perros en la iglesia parroquial de la Inmaculada (Padres Franciscanos), para ponderar la necesidad de lograr un equilibrio entre la conservación de la especie, una de las más emblemáticas de la fauna ibérica, y la actividad ganadera, sobre todo en régimen extensivo.
Según ha explicado el presidente del Colegio, Rufino Álamo, no es la primera vez que se cuenta con la presencia de los cánidos –procedentes de un núcleo zoológico de la provincia donde viven en cautividad- en el oficio religioso, “pero este año cobra mayor actualidad por la reciente aprobación de la inclusión del lobo en el Catálogo de Especies Protegidas, lo que impide su caza en toda España”.
Álamo ha apelado a la "evidencia y al rigor científico" para compatibilizar la ganadería extensiva, que defiende la estrategia europea “De la granja a la mesa” en su apuesta por alimentos de origen animal de calidad contrastada, con la mayor biodiversidad de especies que encarna el lobo en diferentes ecosistemas de la Península.
Evitar posturas radicales
“Quizá sea un buen momento para recordar la experiencia de Francisco de Asís con el lobo al que amansó, y que tenía atemorizada a la localidad italiana de Gubbio, para evitar posturas radicales que conducen al enfrentamiento. Desde el diálogo, hay que buscar soluciones concretas en cada lugar que hagan posible la convivencia entre esta especie y la ganadería”, señaló el presidente del Colegio.
“Los veterinarios trabajamos en salud pública, sanidad animal y medio ambiente, sin distinciones, dentro del concepto One Health. Es así, desde una visión amplia y global, como tenemos que afrontar este conflicto”, explicó Rufino Álamo. En España hay unas 300 manadas con unos 2.000 ejemplares, en una dinámica de expansión territorial por la ausencia de depredadores y la existencia de alimento.