“La pérdida de biodiversidad y el cambio en el uso de la tierra es una de las principales causas de la emergencia y reemergencia de enfermedades infecciosas, de las cuales más del 60% son zoonosis, por ello es preciso abordar los proyectos de restauración de las tierras degradadas con equipos multidisciplinares, dentro de los cuales la figura del veterinario es esencial”.
Así lo señala la Organización Colegial Veterinaria con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra hoy 17 de junio, y que en 2021 se centra en la transformación de las tierras degradadas en tierras sanas, y lo hace bajo el lema ‘Restauración. Tierras. Recuperación’.
Desde la OCV subrayan que “la degradación de los suelos disminuye el bienestar de hasta 3.200 millones de personas y tiene graves consecuencias sobre la fauna y la flora de nuestro planeta”, por lo que es imprescindible que los veterinarios aporten sus conocimientos en gestión de medio ambiente y control de zoonosis, así como su experiencia de trabajo dentro del enfoque One Health-Una Sola Salud.
La desertificación hace referencia a la degradación de la tierra en zonas subhúmedas, áridas, semiáridas. La actividad humana, las variaciones climáticas, la ganadería y la agricultura no sostenibles, la deforestación o un mal uso de los recursos naturales son algunas de los factores que influyen en el deterioro de los suelos.
Las labores que desempeñan los veterinarios para frenar y revertir la degradación de los suelos son múltiples, entre ellas trabajan en la reducción del impacto ambiental de la producción ganadera; en la gestión de las enfermedades para evitar que salten entre especies; en el control y restauración de los paisajes naturales para reducir el contacto directo entre la vida silvestre y los asentamientos humanos y crear una barrera natural contra las zoonosis, o en una correcta eliminación de los medicamentos, entre otras muchas.