La Organización Colegial Veterinaria (OCV) reivindica una mayor participación del veterinario en actividades relacionadas con la gestión, protección y coordinación de proyectos medioambientales y poblaciones animales silvestres, como “primera barrera sanitaria para poder hacer una detección temprana de enfermedades transmisibles tanto al hombre como a animales domésticos y fauna silvestre”.
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra mañana 5 de junio, la OCV recuerda que los veterinarios son los responsables de controlar las enfermedades que amenazan la supervivencia de individuos, poblaciones y la totalidad de los ecosistemas.
España es el país con mayor biodiversidad de todo el continente europeo por su singular situación geográfica. Alberga un total de 960 especies silvestres entre mamíferos, aves, anfibios y reptiles. Y son precisamente estas especies las que tienen una mayor relevancia por su posible actuación como reservorio de enfermedades zoonósicas y emergentes, poniendo en riesgo la salud pública.
Alteración de hábitats, trasmisión de enfermedades
“Las interacciones entre animales y humanos y, en ocasiones, la degradación y alteración de los hábitats silvestres son la causa de la transmisión de enfermedades”, subraya la OCV, que indica que “los veterinarios poseen la capacitación profesional necesaria para llevar a cabo programas zootécnicos y sanitarios, así como de realizar controles epizootiológicos”.
Por ello, la Organización Colegial Veterinaria insiste en “la necesidad de que existan equipos multidisciplinares en todos los sectores del área medioambiental, en los que la figura del veterinario es incuestionable por sus conocimientos y experiencia en materias como producción animal, zoonosis y salud pública, epidemiología, enfermedades de poblaciones y bienestar animal, entre otras muchas”.