El presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo Sáez, ha resaltado el papel de los 34.000 veterinarios españoles en materia de sanidad y bienestar animal, salud pública, seguridad alimentaria, investigación y fauna silvestre, “aspecto este último en el que trabajamos para conservar los ecosistemas en condiciones sostenibles, y donde debemos tener también mayor presencia”.
Calvo Sáez se expresó así en la mesa redonda sobre ganadería y lobo celebrada ayer en León, organizada por la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León, en la que abogó por buscar un equilibrio necesario entre ganaderos, ecologistas, comunidades autónomas y el Gobierno de España para conservar correctamente la especie, “que vive en la realidad de una naturaleza donde no existen fronteras administrativas”.
Por su parte, Vicente González Eguren, profesor de Producción Animal de la Universidad de León y coordinador del Curso de Gestión del Lobo Ibérico, expuso datos relativos a la población en España, con 2.500 ejemplares aproximadamente, en manadas que fluctúan entre cinco y nueve lobos según la época, más los solitarios, “en unas cifras que reflejan una clara expansión territorial por diferentes ecosistemas”.
“El abandono de ciertas actividades agrarias, la mayor presencia de matorral, la proliferación de ungulados y la menos presión del hombre son factores que favorecen el crecimiento”, afirmó el profesor, quien considera improcedente comparar la actual situación del lobo con la del oso o la del lince, y puso especial énfasis en su llegada a provincias del sur del Duero, como Salamanca, Segovia y Ávila, “que concentran el 85 por ciento de los ataques, mayoritariamente en terneros. Incluso hay lobos en Madrid, donde un día puedan llegar a los montes del Pardo”.
Cerramientos y mastines
Tras defender la conveniencia de contar con medidas preventivas, como cerramientos –un vallado que no siempre es factible- y el uso de mastines, el perro guardián por excelencia de los rebaños, Eguren manifestó que no es el momento de incrementar el grado de protección del cánido, “porque se reaviva el conflicto social con los ganaderos, y debemos ir en la dirección contraria, la de lograr un entendimiento entre las partes”.
También intervino el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, quien indicó que en 2019 se contabilizaron en esta región unos 2.700 ataques de lobos a ganadería, como prueba de una “difícil convivencia”, además de resaltar que la estricta protección “no genera una mejor conservación de la especie”.
Mencionó a la postura compartida por once comunidades autónomas “gobernadas por diferentes partidos políticos contrarias al cambio de estatus, una decisión sin justificación del Ministerio para la Transición Ecológica, donde impera la ideología frente a la verdadera defensa de un modo de vida en el medio rural”.
El acto tuvo lugar en el paraninfo de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, con la asistencia del rector, Juan Francisco García Marín, y del catedrático Elías Rodríguez Ferri, presidente de la Academia organizadora, y concluyó con preguntas del público, tanto de manera presencial como online.