El grupo de seguimiento del COVID-19 constituido por la Organización Colegial Veterinaria-OCV con el fin de asesorar sobre la evolución de la pandemia y la relación con el virus de personas y animales, se ha reunido recientemente de manera telemática para conocer el estado de la enfermedad en especies como los visones, proclives a padecerla, y los avances en la investigación para lograr una vacuna animal en España que se efectúa desde varios centros de la Universidad Complutense.
Los asistentes al encuentro mostraron su preocupación por las noticias relativas al hallazgo de la enfermedad en dos visones americanos silvestres, localizados el pasado mes de enero en los ríos Mijares y Palancia, en la provincia de Castellón, en los que las primeras pruebas indicaban la presencia de SARS CoV2 tras realizar toma de muestras en sus ganglios mesetéricos. Además, se apuntaba al propio medio acuático como fuente del contagio por la carga viral de las aguas residuales en esas fechas, y la dificultad de transmisión animal-animal.
Con posterioridad, el Ministerio de Agricultura precisó que los citados análisis, llevados a cabo en un laboratorio de la Universidad Cardenal Herrera Oria, parten de una PT-PCR de este centro que no se considera para el diagnóstico del virus, y aclaró además que ambos ejemplares dieron resultado negativo en un kit de PCR comercial.
Para afinar aún más el diagnóstico, se recogieron muestras de los cadáveres de ambos visones para su revisión en dos laboratorios oficiales, el de Sanidad Animal de la Comunidad Valenciana y el Central de Veterinaria, donde tras efectuarse nuevos análisis mediante técnicas acreditadas –hisopo orofaríngeo y tejidos-, "no se ha podido confirmar la presencia del SARS-CoV-2 en ninguna muestra de los visones silvestres analizados en España”, según explica el Ministerio.
Contrastar los resultados
Por este motivo, los integrantes del grupo de trabajo de la OCV lamentan la “ligereza” con la que comunican a la comunidad científica y a la opinión púbica los resultados de pruebas “que no están contrastadas de manera fehaciente, lo que permite hablar sobre las características de la transmisibilidad del SARS CoV2 sin el rigor necesario y generando noticias que no son veraces”.
En otro orden de asuntos, los asistentes también conocieron los avances de las investigaciones que desarrollan varios centros vinculados a la Universidad Complutense, encaminadas a la obtención de una vacuna para animales, en especial gatos, ya que, a pesar de la escasez de síntomas manifestados, en algunos casos detectados las necropsias reflejan daños pulmonares graves.
La labor permite cierto margen de optimismo respecto a la llegada de la vacuna, porque en carnívoros, al tratarse de un virus muy inmunogénico, el proceso no entraña grandes complicaciones. Una vez obtenidas las dosis de inmunización, los veterinarios consideran que debería seguirse una aplicación masiva e los gatos, en primera instancia, para pasar después a perros y hurones.
El grupo de trabajo está compuesto por los catedráticos Elías Rodríguez Ferri –Microbiología Veterinaria-, José María Eiros Bouza –Microbiología de Medicina-, Lucas Domínguez, Antonio Arenas y Christian Gortázar -los tres de Sanidad Animal-; Valentín Almansa, director general de Sanidad de la Producción Agraria, y el general de brigada veterinario Alberto Pérez Romero. Por parte de la OCV asistieron el presidente, Luis Alberto Calvo; el secretario general, Rufino Rivero, y el vocal del área de Formación, Gonzalo Moreno. También participó Juan María Vázquez Rojas, veterinario, catedrático de Medicina y Cirugía Animal y senador.