La OCV advierte sobre la importancia de prevenir y tener protegidos a los animales domésticos frente a los parásitos externos durante todos los meses del año. Estos parásitos, además de causar graves enfermedades en perros y gatos, constituyen un problema de salud pública al provocar patologías zoonósicas que ponen en riesgo la salud de las personas.
El cambio climático está ocasionando una subida de temperatura en todo el mundo y, por consiguiente, la desaparición de las estaciones tal y como se conocen, lo que facilita la actuación de vectores y parásitos externos durante todo el año. En las últimas cinco décadas, la temperatura media de las capitales españolas ha aumentado casi 2 ºC, lo que ha dado lugar a que las poblaciones de parásitos se hayan visto incrementadas tanto en número como en zona de distribución, teniendo presencia en toda la península.
“La salud de los animales está íntimamente ligada a la salud de las personas, y ambas influidas de modo decisivo por el clima y el medio ambiente, base del concepto One Health”, insisten desde la Organización Colegial Veterinaria (OCV). “Al aumentar el riesgo de parásitos en animales domésticos y la emergencia de enfermedades, estamos poniendo en peligro la salud pública”, continúan.
Problemas dermatológicos e infecciones
Los parásitos externos más comunes son las pulgas, garrapatas, mosquitos y ácaros, causantes no solo de problemas visibles en las mascotas como son los dermatológicos, sino que también pueden provocar infecciones y graves enfermedades infecciosas o sistémicas que pueden ser transmitidas a las personas.
Además, desde la OCV recuerdan que “los tratamientos preventivos son la mejor forma de proteger a las mascotas frente a estos parásitos y evitar la transmisión de enfermedades al resto de la familia”, por lo que aconsejan “visitar regularmente al veterinario para establecer el método de prevención frente a parásitos internos y externos- que mejor se adapte al animal, teniendo en cuenta las condiciones en las que vive”.