La junta directiva del Colegio de Veterinarios de Salamanca propuso a la asamblea general celebrada hace un año la modificación puntual de sus estatutos relativa a la composición de la junta de gobierno, con el fin de incrementar el número de vocalías de cuatro a seis, acuerdo que por fin se ha hecho realidad recientemente tras la demora derivada del estado de alarma de la pasada primavera.
Una vez publicada la decisión en la Orden EYH/164/2020, de 11 de febrero, por la que se inscribe en el Registro de Colegios Profesionales y Consejos de Castilla y León, se presentaron cuatro colegiados –tres mujeres y un hombre- y fueron convocadas las elecciones para el 28 de abril, fecha en la que resultó imposible celebrar la votación, por lo que se pospuso al 29 de septiembre.
Las elegidas han sido Noelia Pérez Rivero y Lucía Vicente Vicente, que ejercen la actividad libre en el ámbito privado. La primera trabaja como veterinaria en grandes animales en la comarca de Ciudad Rodrigo, donde también gestiona un centro veterinario de pequeños, y se hará cargo de la comisión para clínicas de grandes animales. Por su parte, Lucía desarrolla su cometido en una clínica de pequeños animales en la capital, como tercera generación de la labor profesional iniciada por su abuelo y mantenida por su padre, ambos también veterinarios. Asumirá la comisión para clínicas de pequeños animales.
Este incremento de vocalías responde a la demanda de una mayor dedicación detectada por el sector de los veterinarios de ejercicio libre, al ser Salamanca la provincia de mayor censo ganadero de Castilla y León, de manera que el Colegio pueda atender mejor a esta parte del colectivo y descargue a la junta directiva. Ambas comisiones tendrán capacidad de promover actividades formativas o de cualquier otra índole, atender las inquietudes de estos profesionales y poder ser canalizadores de sus demandas ante la Administración autonómica.