La Organización Colegial Veterinaria Española (OCV) advierte de que la resistencia a los antibióticos supone uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la salud pública y, si no se toman medidas eficaces, los expertos prevén que en 2050 la cifra de fallecidos ascienda hasta los 10 millones en todo el mundo, incidencia que desbancaría al cáncer como primera causa de mortalidad.
Así lo señala la OCV con motivo de la conmemoración mañana, 18 de noviembre, del Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos y de la celebración, del 18 al 24 de noviembre, de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos impulsada por la OMS.
La resistencia a los antibióticos causa en España 3.000 muertes anuales, una cifra comparable a otras enfermedades con mayor impacto social y altos recursos para campañas de concienciación, como el cáncer de mama (6.000 muertes al año) y muy por encima de la mortalidad en accidentes de tráfico.
De no poner remedio, la mortalidad por resIstencia a los antibióticos podría multiplicarse en 2050 hasta las 40.000 muertes al año en España, 390.000 en Europa y 10 millones en todo el mundo. A este grave problema de salud pública se le suma su alto coste económico, que ronda los 150 millones de euros anuales en nuestro país y los 1.500 millones en la Unión Europea.
Los veterinarios lideran una lucha bajo el enfoque One Health
Desde que en España se implementó en 2014 el Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), la sanidad animal ha experimentado una reducción de un 58,8% -frente al 11,8% en salud humana- gracias a la incansable labor que realizan los veterinarios en ámbitos como prevención, investigación o bioseguridad para reducir su uso de forma considerable.
Para el presidente de la OCV, Luis Alberto Calvo, “es absolutamente necesario intensificar la lucha contra la resistencia a los antibióticos, y resulta imprescindible hacerlo desde el enfoque One Health-Una Sola Salud”, ya que las bacterias resistentes a los medicamentos llegan a los seres humanos a través de los alimentos, el medio ambiente (agua, suelo, aire) o por contacto directo humano-animal.
Calvo subraya que “los veterinarios somos la profesión sanitaria con mayor experiencia en programas de salud pública y prevención de enfermedades de origen zoonósico. Nuestro papel es fundamental a la hora de diseñar e implementar los programas y acciones para prevenir el uso excesivo o no responsable de antibióticos en personas y animales”.
En este punto, resalta la importancia de la prevención de forma que, ante la ausencia de enfermedad, se hace innecesaria la prescripción y consumo de antibióticos tanto en salud humana como en sanidad animal.
En esta línea, el PRAN se estructura en torno a seis áreas de trabajo que son comunes para la salud humana y veterinaria, de acuerdo con el enfoque One Health-Una sola salud. Estas seis áreas de trabajo son: prevención, investigación, vigilancia, control, educación y comunicación.