La parte de formación teórica de la segunda edición del título de especialista en Gestión y Conservación del Lobo Ibérico de la Universidad de León, organizado por la citada institución académica, la Junta de Castilla y León y WAVES, se ha celebrado durante el mes octubre en formato online y con la asistencia de 55 alumnos procedentes de nueve comunidades autónomas españolas, así como tres de origen italiano.
Así, la mitad de los participantes proviene de Castilla y León, región con la mayor población de lobos del país, a los que se han sumado otros de Galicia, Asturias, Extremadura, Cantabria, Madrid, Aragón, Cataluña y Andalucía, una diversidad geográfica que, a juicio de los organizadores, se ve favorecida por la impartición de forma telemática.
Según explica su director, Vicente González Eguren, doctor en Veterinaria y profesor del Departamento de Producción Animal de la Universidad de León, el perfil de los alumnos “también muestra una notable variedad. Quince son veterinarios o estudiantes de último curso; doce, biólogos; seis, licenciados en otras carreras, mientras que el resto se divide entre estudiosos del lobo y gestores de empresas turísticas de observación en áreas loberas, donde esta actividad crece año tras año”.
La acción formativa, en la que colaboran la Organización Colegial Veterinaria-OCV, el Colegio de Veterinarios de Zamora y el Consejo Autonómico de Castilla y León, suma 214 horas lectivas en modalidad semipresencial (21,4 ECTS) e incluye 16 temas teóricos por videoconferencia y diez prácticas presenciales especializadas, que se han pospuesto hasta normalizarse la situación que permita viajar entre regiones sin restricciones.
Sanabria y Sierra de la Culebra
Las prácticas tendrán lugar sobre el terreno en distintos centros, instituciones y espacios naturales protegidos de la provincia de Zamora, como el Centro de Interpretación del Lobo Ibérico “Félix Rodríguez de la Fuente”, situado en Robledo de Sanabria, y la Sierra de la Culebra, comarca que presenta la mayor densidad de la especie en la Península.
El idioma en que se imparten los contenidos del título es el español. El curso se ha estructurado en dos módulos, el primero sobre "Biología, Ecología y Ecopatología del Lobo Ibérico" y el segundo sobre "Conservación y Gestión del Lobo Ibérico".
En el primer módulo se desarrollaron temas relacionadas con la ecología del lobo, especialmente el problema de los ataques a la ganadería extensiva y los sistemas de prevención disponibles, especialmente el manejo adecuado de los perros de guarda como mastines. También se analizaron las causas de mortalidad de la especie, así como sus principales enfermedades infecciosas y parasitarias, y aspectos relacionados con los coronavirus y otras zoonosis.
Por lo que se refiere al módulo dos, se abordaron aspectos relacionados con los censos (metodología y resultados), el turismo de observación, la gestión del lobo al Norte y al Sur del Duero (línea que marca la el uso de la caza como herramienta de gestión), el desarrollo sostenible del medio rural con relación al cánido e iniciativas educativas como el Centro del Lobo ibérico de Robledo de Sanabria. El módulo finalizó con dos conferencias sobre la situación del lobo en Italia.
Visión integradora y multidisciplinar
Respecto a los docentes, hasta el momento, han intervenido un total de 21, expertos de reconocido prestigio, entre los que figuran veterinarios, biólogos, ingenieros de montes y agrónomos. “La gran acogida de esta segunda edición refleja el interés existente para poder adquirir una visión integradora y multidisciplinar de la gestión y manejo del lobo ibérico, así como conocer la influencia que tienen sobre la salud humana las distintas patologías presentes en la fauna silvestre”, aseguró Eguren.
La expansión territorial del lobo está relacionada con un incremento de su población. En una estimación prudente, España posee unas 300 manadas que suman un censo de más de 2.000 animales. Hasta alcanzar estas cifras, en la recuperación de la especie han incidido la despoblación del medio rural, el abandono de terrenos forestales donde aumenta la cobertura vegetal que le sirve de protección, la proliferación de ungulados silvestres y una mayor tolerancia social hacia la especie, sobre todo en ciudadanos de entornos urbanos.
Control necesario de ejemplares
Sin embargo, no se puede obviar que para permitir la coexistencia entre el lobo y la ganadería las Administraciones deban de ser más diligentes en la compensación de daños a los ganaderos y proporcionar ayudas para la instauración de medidas preventivas: vallados y empleo de los mastines. “La conservación de especies y el cuidado de la naturaleza son objetivos prioritarios, pero en zonas con alta densidad de lobos la ganadería extensiva se hace insostenible. Por ello, la protección estricta es una utopía, por lo que es necesario su control, sobre todo en el caso de determinados ejemplares”, señala González Eguren.
En los últimos años ha surgido en España una nueva actividad económica relacionada con el lobo: el turismo de observación. El aprovechamiento cinegético no es incompatible con el aprovechamiento turístico. Ambos recursos socioeconómicos pueden ser complementarios y sostenibles. Además, la Sierra de la Culebra cuenta con el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, un recurso educativo y de dinamización socioeconómica basado en la figura del singular animal.
“En este tipo de cursos, inicialmente, concurren personas con sensibilidades muy diferentes respecto al lobo, si bien una vez que finalizan se produce una mayor comprensión hacia posturas diferentes a las propias, en un punto de equilibrio”, concluye el director.