El Colegio de Veterinarios de Cádiz, con respecto a los 16 casos de personas ingresadas con meningoencefalitis y de las cuales se ha confirmado que 11 han sido transmitidas por mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental, quieren hacer un llamamiento a la calma y contra el alarmismo, puesto que se trata de un contagio poco frecuente que puede afectar tanto a équidos como a humanos. Al respecto, recuerda que los veterinarios de la administración pública, de ganadería y de trabajo de campo en general, vienen ejerciendo la vigilancia y control de esta enfermedad zoonótica y otras muchas.
El citado virus se transmite a través de la picadura del mosquito denominado 'Aedes japonicus' una vez esté infectado, por lo que es importante señalar que no todos los mosquitos están infectados y que no todas las personas que son picadas por un mosquito infectado contraerán dicho virus. El 80% de las personas infectadas son asintomáticas y sólo una pequeña parte de este porcentaje presenta encefalitis.
En humana, la fiebre que ocasiona el virus del Nilo Occidental es similar a una gripe. Provoca dolor de cabeza, fiebre, vómitos, erupciones cutáneas o mareos. De producirse meningitis o encefalitis aparecerán dolores de cabeza, rigidez de nuca, fiebre alta, estupor, desorientación, parálisis, convulsiones, temores o debilidad muscular, según información de fuentes médicas. Al no existir vacunas, su tratamiento debe ser con analgésicos y, en casos de gravedad,hay que hospitalizar al paciente.
Resulta prioritario prevenir las picaduras de los mosquitos en general. El colectivo veterinario lleva años luchando contra esta enfermedad por su afección al sector equino. Para ello, existen una serie de consejos de fácil aplicación, como es usar mosquiteras en puertas y ventanas, y disminuir paseos por zonas de acumulación de mosquitos al amanecer y el anochecer, horas de mayor actividad de los mosquitos. La correcta higiene corporal, evitar perfumes fuertes, emplear ropa que cubra bien y usar los repelentes de insectos de un modo racional y responsable. En este caso, seguir las instrucciones que ofrezca el fabricante.
Équidos, aves de corral y humanos, huéspedes finales
El Virus del Nilo Occidental se mantiene por un ciclo de transmisión mosquito-ave-mosquito. Cuando un mosquito pica a un pájaro infectado el virus ingresa al torrente sanguíneo del mosquito y, finalmente, se traslada a sus glándulas salivales. Cuando un mosquito infectado pica a un animal o ser humano -el hospedador accidental- el virus se transmite al torrente sanguíneo del individuo y puede provocar enfermedades graves. Los équidos y las personas son los hospedadores accidentales o finales donde se presenta la sintomatologÍa antes mencionada. Las aves son consideradas como el reservorios de la enfermedad, pues mantienen el virus vivo sin padecer síntoma alguno, jugando un papel muy importante en su diseminación a través de las rutas migratorias.
A día de hoy la enfermedad se considera endémica en España, y está incluida entre las Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO) por la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal). La situación de esta enfermedad es endémica debido a que reúne la condiciones favorables para su mantenimiento y circulación del virus de la Fiebre del Nilo, como son la gran variedad de posibles reservorios, la proximidad a zonas endémicas como África, las características climáticas y ecológicas, el paso de las rutas migratorias, las zonas de humedales, y la presencia de vectores especializados por toda la geografía española.
La lucha de los veterinarios contra el Virus del Nilo Occidental se basa en las siguientes actuaciones: notificación rápida a las autoridades competentes de los casos sospechosos; el confinamiento de los animales susceptibles de contagio en las horas de máxima actividad y medidas de control en su medio, en sus alojamientos y sobre los mismos; y puesta en marcha en las explotaciones afectadas y aledañas de investigaciones clínicas. No se recomienda el sacrificio del animal afectado como medida de prevención de su contagio, salvo que su bienestar sea vea comprometido, y tampoco se restringen los movimientos de animales afectados.
Por último, los veterinarios gaditanos pieden responsabilidad a la sociedad con relación al alarmismo que un exceso de información puede ocasionar. “Los veterinarios ya trabajamos desde diferentes parcelas en la vigilancia y control de esta enfermedad y de otras muchas enfermedades zoonóticas. En este caso, es conveniente seguir los consejos habituales referentes a la prevención de picaduras de mosquitos. Y ante cualquier duda que pueda generar una información dudosa en redes sociales, acudir siempre a las fuentes fiables y oficiales”, detallan desde la Junta de Gobierno del Colegio.
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