La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Asociación Mundial Veterinaria (AMV) han efectuado una declaración conjunta ante la crisis del COVID-19 en la que llaman la atención sobre las responsabilidades de la profesión veterinaria en materia de salud pública, y también sobre las competencias específicas para asegurar la inocuidad de los alimentos, la prevención de enfermedades y la gestión de emergencias.
El texto recuerda que los veterinarios son una parte integral de la comunidad sanitaria mundial, que también realiza una labor fundamental en bienestar animal. Además, insiste en la necesidad de contar con niveles adecuados de bioseguridad en sus funciones cotidianas y en la difusión de medidas preventivas entre la ciudadanía, para evitar un mayor nivel de propagación de la pandemia.