El expresidente de la Conferencia de Decanos de Facultades Veterinarias comenzó su intervención diferenciando dos realidades veterinarias: la del Norte de Europa y la del Sur. El Norte con una profesión y enseñanza controladas, con pocas Facultades. El Sur (España, Portugal e Italia) con un gran crecimiento del número de facultades, y un exceso de oferta que desequilibra el mercado. En España, cuando el objetivo debería de ser reducir el número de facultades, proyectos mayoritariamente privados se están planteando abrir cuatro o cinco más. Y cuando el objetivo debería ser limitar el número de alumnos, la docencia privada rompe esas limitaciones.
Rouco se refirió a dos estudios de la Organización Colegial y de la Aneca que concluyen que en 2025 el mercado veterinario en España solo puede absorber 800 nuevos graduados por año. Para ello tendría que ingresar cada año en le Grado de Veterinaria unos mil alumnos, cuando la realidad es que actualmente ingresan 1.672 (1.131 en la pública y 540 en la privada). Y aportó un dato: el coste anual de un puesto de estudio con criterios de cumplimiento de estándares europeos oscila entre los 11.000 y los 13.000 euros; y como las matrículas en las Facultades privadas no alcanzan a cubrir ese coste, para conseguir beneficios se ven obligadas a recortar: menor cantidad de profesores, menos infraestructuras y aparatajes, etc.
Tras analizar cómo se ha transformado la profesión veterinaria en España durante los últimos años, Antonio Rouco resumió la realidad de la docencia veterinaria española:
Antonio Rouco finalizó su charla enumerando una serie de conclusiones.