Pedro L. Lorenzo, presidente de la Conferencia de Decanos de Facultades de Veterinaria, analizó la problemática actual de la docencia veterinaria. Para ello enumeró los desafíos a los que se enfrenta la enseñanza como el número creciente de estudiantes, la elevada cantidad de información que se debe gestionar, los costes cada vez mayores para la Facultad de la formación (calculados en 18-19.000 euros por estudiante y año), y la necesidad de armonizar y evaluar la enseñanza. También destacó la “idealización” que los estudiantes tienen de los estudios, o la distorsión de éstos, que ha llevado a que en Madrid se exija a los alumnos a firmar un compromiso de asistencia a todas las prácticas obligatorias, para que no aleguen “objeción de conciencia” frente a algunas.
Tras repasar los estándares de enseñanza basados en la Directiva 2005/36 y repasar la distribución mundial de establecimientos de enseñanza veterinaria, expuso el resultado de diversas estudios que se han realizado sobre lo que quieren alumnos, profesores y profesionales. A continuación se centró en el contenido formativo, el sistema organizativo y la metodología de la docencia veterinaria. Y realizó un análisis comparativo de la situación de España en relación con otros países europeos a partir de parámetros como población, PIB, número de facultades, número de estudiantes y número de profesionales veterinarios de cada país.
Pedro Lorenzo defendió un modelo de veterinaria que denominó “mediterránea” para diferenciarla de la que se imparte en los países del norte de Europa y concluyó su intervención con un amplio abanico de soluciones, entre las cuales incluyó las propuestas por la Conferencia de Decanos.