Marta García Pérez, Directora Ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, analizó en su ponencia la importancia y futuro que tendrá la profesión veterinaria en la seguridad alimentaria y la nutrición.
Tras repasar la relación histórica entre la la profesión veterinaria y la seguridad alimentaria desde la creación de la Escuela de Veterinaria de Madrid en 1972, pasando hasta la primera reglamentación de inspección veterinaria del ayuntamiento de Madrid en 1842, hasta llegar a la Ley General de Sanidad de 1986, Marta García recordó los tres conceptos de la FAO para definir la seguridad alimentaria: que haya suficiente alimento, que este sea inocuo y que aporte los nutrientes necesarios.
A continuación, pasó a analizar el marco actual tras las crisis alimentarias de los años 90 que llevaron a la elaboración en el 2000 del Libro Blanco de la Seguridad alimentaria y a nuevos reglamentos, hasta llegar al Informe Especial del Tribunal de Cuentas Europeo de enero de 2019 en que se advierte de que la la seguridad alimentaria europea nos protege pero se enfrenta a dificultades.
Marta García señaló una paradoja: comemos alimentos más seguros pero menos saludables. Un ejemplo gráfico de esta paradoja es la epidemia global de obesidad, con 2.000 millones de personas obesas en el mundo. Y refirió un artículo publicado en la revista The Lancet en el que un estudio científico de 15 nutrientes en 195 países demostró que la dieta deficiente fue en 2017 la primera causa de muerte, por delante del tabaquismo y la presión arterial. Referido a España, el estudio destacaba el excesivo consumo de sal y el elevado consumo de carnes procesadas y rojas.
A partir de ahí, Marta García se refirió a las políticas de AESAN en el marco de la nutrición con el impulso de medidas como el Plan de mejora de composición de alimentos y bebidas o el etiquetado nutricional, entre otras.
Desde una perspectiva más global, Marta García analizó los desafíos de futuro partiendo de los problemas actuales para analizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el cambio climático o el aumento de la población global y urbana. A este respecto se refirió a la España vaciada para defender la necesidad de flexibilizar la normativa de higiene en aquellos ámbitos que permitan mantener en esos territorios actividades agroalimentarias tradicionales, pequeñas explotaciones familiares, comercio de cercanía, y productos locales y de temporada.
Tras analizar otras perspectivas de futuro como las contempladas en el informe de la FAO, repasó problemas como el de las biorresistencias, los efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria, la contaminación por plásticos, el desperdicio alimentario y el fenómeno de las fake news.
Marta García concluyó su ponencia describiendo los retos y oportunidades de la seguridad alimentaria para la profesión veterinaria: