Valentín Almansa, Director General de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, analizó en su ponencia la repercusiones que tiene la sanidad animal tanto sobre la salud pública como en la economía.
Partiendo del principio de que la primer prioridad de la sanidad animal es la salud pública, Valentín Almansa propuso considerar la sanidad como una inversión. “Sin sanidad animal no hay rentabilidad, sin sanidad no hay posibilidad de acceder a los mercados globales”, afirmó. Por eso, en cierto punto, la veterinaria es una carrera económica. Puso como ejemplo el caso de la lengua azul: 14 millones de euros invertidos en combatir la enfermedad garantizan 340 millones de ingresos por exportaciones. En el caso de la peste porcina africana, si la enfermedad lograse penetrar en territorio español pondría en riesgo 1.800 millones de euros en exportaciones y el el caso de la fiebre aftosa la cifra se eleva a 2.500 millones. El desarrollo de la producción ganadera en España está ligado a la exportación. Por eso consideró que el cierre de fronteras para impedir el paso a la enfermedad no es una solución porque implicaría que se nos cerraría los mercados exteriores. Y recordó que España exporta 200.000 ejemplares de vacuno vivos.
Respecto a las enfermedades emergentes y reemergentes, alertó de que tenemos que estar vigilantes para impedir la llegada de fiebre aftosa o de peste porcina. Dio un repaso a la magnífica situación de la brucelosis aunque se produjera un pequeño foco que hay que erradicar, consideró buenos los datos sobre tuberculosis ante la que no se puede bajar la guardia, y mostró su preocupación por el serotipo 8 de lengua azul, ya que los serotipos 1 y 4 están controlados. Y destacó que tenemos un problema con la IBR Rinotraqueitis Infecciosa Bovina, para cuya erradicación el Ministerio ha puesto en marcha un programa voluntario.
Almansa también consideró un desafío el control de la introducción de productos cárnicos que se produce en el tráfico de pasajeros, un tema complicado de abordar y un reto de comunicación porque supone concienciar a millones de personas.
Y concluyó con lo que considera retos de futuro:
Valentín Almansa finalizó recordando que la profesión veterinaria es una pieza clave en la magnífica evolución de la sanidad animal en España y en la rentablidad del sector alimentario español, además de ser también clave en la bioseguridad y la lucha contra las biorresistencias. Por ello, como veterinario pidió dos cosas: