Sandra Pacheco Moore, directora de la Clínica Veterinaria Santa Cruz, ha recogido esta semana la Certificación de la Gestión de Calidad para Centros Veterinarios de manos de la presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife, María Luisa Fernández Miguel. Dicha certificación ha sido otorgada a los servicios de consultas y cirugía.
La Norma específica para este tipo de empresas garantiza la calidad en todos los procesos de consultorios, clínicas y hospitales veterinarios, tanto a nivel de gestión, como de atención a sus pacientes, a sus propietarios y al cuidado y respeto al medio ambiente.
En toda España son ya 45 centros veterinarios los que poseen la acreditación en Calidad y cuatro de ellos se ubican en Tenerife: Clínica Orotavet, Clínica Añaterve, Hospital Cruz de Piedra y ahora Clínica Veterinaria Santa Cruz.
El Colegio Oficial de Veterinarios de Tenerife ha apostado desde 2016 por poner en marcha una certificación que aporte un valor añadido a los centros veterinarios de la provincia, en colaboración con el Colegio de Madrid, y posibilita además que los centros interesados se beneficien de una subvención que cubre el 50% del coste del proceso de certificación.
Aunque exige la acreditación del cumplimiento de toda la legislación aplicable a un centro, una norma no es una ley sino un procedimiento que aporta reglas, especificaciones técnicas, directrices o características para realizar determinadas actividades o conseguir determinados resultados y para ello establecen los requisitos que debe cumplir un proceso o actividad tanto a nivel técnico, como administrativo o personal. Así los centros se someten voluntariamente día tras día a unos protocolos y se comprometen anualmente con una auditoría externa para renovar su certificación. El propio proceso de implantación ayuda a las propias clínicas a mejorar y agilizar los procesos de gestión que conlleva su actividad, dedicada al cuidado y atención de los animales de compañía.
La intención de la Norma no es despersonalizar los centros veterinarios y que todos sean iguales sino garantizar a las familias de los animales unos procesos estandarizados y a los propietarios de las clínicas el cumplimiento de unas pautas entre sus trabajadores en todos los niveles, dando conocer la gran calidad que existe en los consultorios, clínicas y hospitales de las Islas, en los que se llevan a cabo tratamientos en muchos casos pioneros sin necesidad de emprender largos, costosos viajes para salvar a una mascota o darle mejor calidad de vida.