Durante la festividad de San Andrés (30 de noviembre) se produjo en Huesca un nuevo homenaje al mulo. Tuvo en el Monumento al Mulo, situado junto al Puente de San Miguel. Convocado por la Asociación Cultura Tradicional Aragonesa (CULTA), participaron en el mismo el Ayuntamiento y el Colegio de Veterinarios de Huesca.
Con esta iniciativa se quiere recordar la importancia que tuvieron antaño las caballerías, tanto en el mundo militar como en el agrícola. Y no se quiere que caiga en el olvido la relevancia que tuvo Huesca en el comercio de mulas y machos de trabajo.
En esta ciudad tenía lugar la Feria de San Andrés, que se desarrolló desde el siglo XIII hasta mediados del siglo XX. Hasta Huesca se acercaban vendedores de la montaña y compradores de distintas regiones.
Las caballerías criadas en el Pirineo eran muy demandadas, dada su resistencia y fortaleza, que les permitía hacer con solvencia y durante mucho tiempo las faenas en el campo.
Mariano Ramón representó a la Asociación CULTA, Antonio Sanclemente al Ayuntamiento de Huesca, y Fernando Carrera al Colegio de Veterinarios de Huesca.