El Colegio de Valencia ha publicado una serie de recomendaciones para aliviar el duelo de las mascotas ante la pérdida de un ser querido:
El duelo y la capacidad de sentir tristeza frente a la muerte de un ser querido es un sentimiento que también puede darse en nuestros animales de compañía. Las mascotas son seres sociales que se vinculan a sus cuidadores de una forma similar a un miembro de la familia. Por ello, cuando existe una falta notan la ausencia y extrañan las actividades que hacían con esa persona.
Desde el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia explican que aunque el grado de duelo dependerá de la relación establecida con el fallecido y en la mayoría de los casos suele ser mayor ante la muerte de un dueño que de otro animal, ya que los vínculos establecidos entre humano y mascota son muy fuertes. Como comenta Juan Argüelles, veterinario etólogo colegiado del ICOVV, “se tienen pocos datos respecto al duelo animal porque está poco estudiado, pero ante la muerte de un ser querido se aprecian cambios en la conducta de los animales que pueden prolongarse hasta 6 meses”.
La signos de tristeza por la muerte en nuestras mascotas pueden presentarse a través de irritabilidad y disminución de la conducta social. Además, el animal puede presentar comportamientos repetitivos como la acción de búsqueda de esa persona en el entorno habitual.
Para el tratamiento del duelo, desde el ICOVV recomiendan acudir al veterinario para que valore el estado del animal y que no lleguen a cronificarse comportamientos antisociales o depresivos. Como medidas que pueden contribuir a aliviarlo, los veterinarios valencianos recomiendan restaurar en la medida de lo posible las actividades que nuestra mascota llevaba a cabo con la persona o el compañero fallecido. “Si estas no pueden ser iguales, que por lo menos sean sustituidas por otras igual de estimulantes y placenteras”, apunta Argüelles. Asimismo recuerdan que lo que nunca debemos hacer es ignorar o castigar las conductas con las que el animal exterioriza su tristeza.
El final que nuestra mascota merece
Los propietarios de animales de compañía también pasan por el duro trance de tener que despedirse para siempre de su mascota. Aunque se trate de un tema doloroso es importante saber las opciones existentes para depositar el cadáver en caso de fallecimiento y no cometer ninguna infracción. Son tres las posibilidades que ofrece la normativa: incineración colectiva y eliminación de las cenizas, incineración individual y recuperación de cenizas y sepultura en cementerios autorizados.
El entierro por parte del propietario debe ser autorizado expresamente por la autoridad competente que además debe corroborar que se cumplen una serie de requisitos: que el entierro se realiza a profundidad suficiente para garantizar que ningún animal carroñero podrá excavar hasta encontrar el cadáver, certificar que el animal fallecido no tenía ninguna enfermedad contagiosa susceptible de provocar zoonosis, que no haya acuíferos cerca para evitar su contaminación y que sea una zona sin un alto número de animales.
Recuerdan desde el ICOVV que los centros veterinarios disponen de toda la información legal sobre este tema y pueden asesorar e informar a los propietarios que se vean en esta situación, así como hacerse cargo de la gestión.