Esta celebración en honor a San Francisco de Asís ha sido muy distinta a la de años anteriores. Los veterinarios y veterinarias de Cáceres además de estrenar sede colegial también hacían lo propio con su certamen de fotografía que finalmente ganó el ingeniero agrónomo oscense, Fernando Casaus Alcubierre, quien se llevó a casa 2.500 euros por su instantánea ‘Valor y al parto’. El segundo premio de 300 euros fue para Javier Arcenillas y su ‘Hornos’. Y el tercer premio para Sandipani Chattopadhya con su foto ‘Plastering the wound’. El restaurante Atrio además quiso crear un accésit con mención especial para una fotografía que estuviera relacionada con la alimentación y premió a Fernando Rodríguez con dos desayunos gratis por su fotografía de un traje de apicultor titulada ‘Sostenibilidad de futuro’.
Las fotografías ganadoras han sido seleccionadas por un jurado formado por veterinarios y expertos en fotografía, teniendo en cuenta criterios como la excelencia técnica y la originalidad, entre otros. Son: Juan Antonio Vicente, presidente colegial; Juan Ramón Corvillo, asesor jurídico del Colegio y aficionado a la fotografía; Toño Pérez, del restaurante Atrio; Francisco Palomino, presidente de Extrefoto y Joaquín Hergueta.
En el acto festivo, presentado por la actriz teatral, Ana Franco, que provocó las risas continuas de los asistentes, además se reivindicó por parte del presidente, Juan Antonio Vicente Báez, la necesidad de reconocimiento por parte de la sociedad de que la de veterinario es una profesión sanitaria por su papel en la salud pública además claro por su preocupación y ocupación en el bienestar de los animales.
El presidente de la Sociedad Científica de Veterinaria de Salud Pública y Comunitaria, Marco Aurelio Sánchez Moreiro, destacó que para que los objetivos que persiguen los profesionales veterinarios como colectivo se consigan, los mensajes tienen que calar desde abajo, desde los propios veterinarios y veterinarias para así trascender al resto de la sociedad. También recordó que esta profesión es la única sanitaria que está marcada con un 21 por 100 de IVA en un país donde en los hogares ya hay más mascotas que hijos, “como si vacunar al perro fuera un lujo y no una necesidad. Y esto es una cuestión de salud pública no solo de economía”. Por último, destacó que también es una profesión donde el intrusismo viene de todas partes, de los agrónomos, de los fisioterapeutas y hasta de los técnicos en alimentación, y contra esto también hay que luchar y no bajar la guardia.
El consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, aseguró que en su persona nadie puede poner en duda que él no tenga claro el carácter sanitario de la labor de los veterinarios y veterinarias pero que ahora es el turno de que la sociedad también lo crea. También animó a todos a tomar como ejemplo al nuevo presidente de honor del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres, José Corbacho Molano, que a pesar de haber cumplido los 96 años “tiene más proyectos que recuerdos porque cuenta con un corazón joven y amor intocable a la profesión”.
Además, en este emotivo acto en el que se nombró presidente de honor a José Corbacho y colegiados de honor a Elías Corbacho, presidente del Colegio de Dentistas, y al de farmacéuticos, Pedro Antonio Claros. Y se hizo un repaso a la relación entre colegios profesionales sanitarios de la región que “nunca han gozado de tan buena salud”.
Posteriormente se hizo un reconocimiento especial al Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios por “su gran labor profesional y cooperación desinteresada con nuestra entidad”. Sus representantes reconocieron trabajar muchísimo a veces con más acierto y otras con menos pero lo que es indudable es que todo lo bueno nos gusta exportarlo a los compañeros de otros colegios para que redunden los beneficios en la sociedad.
También tuvieron su protagonismo en el acto con más reconocimientos de la historia del Colegio, los nuevos colegiados, casi todas mujeres, los que cumplen 25 años en la profesión y los que “merecidamente” se jubilan ya.
El acto estuvo amenizado por un dúo de cuerda de dos violas compuesto por Fernando Agúndez y Juan Luis Orozco, que interpretaron piezas de The Beatles y para concluir el acto, el himno de Extremadura.