El Congreso pretendía abordar de forma multidisciplinar la creciente preocupación social por la protección de los animales y el correlativo desarrollo legislativo. En el evento participaron distintos especialistas y profesionales del Derecho y la Justicia, así como miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y otros profesionales y organismos implicados en la atención y cuidado de estos seres como veterinarios, entidades de protección animal y, en general, a cualquier persona sensibilizada y concienciada sobre la necesidad de mejorar la actual protección animal.
Dentro de los distintos participantes en las sesiones del Congreso fue invitado el Colegio de Veterinarios de Zaragoza. Su presidente, el Dr. Jesús García López, destacó el firme compromiso ético y científico de la profesión veterinaria en la lucha contra el maltrato animal, así como el interés de la Organización Colegial en la lucha contra el maltrato a través de la integración de los servicios veterinarios. El presidente hizo hincapié en que los veterinarios, además de las actividades profesionales que tiene encomendadas, deben tomar conciencia de su importante papel como garante del bienestar y la protección animal. Pero qué, añadió, aun siendo importante su papel, el abordaje del bienestar y protección de nuestros animales, debe realizarse desde una perspectiva multidisciplinar en la que además de los veterinarios, los abogados, educadores, ingenieros y arquitectos, sociólogos, asociaciones protectoras, adiestradores, etc., tienen un papel preponderante. El presidente de la organización colegial utilizó su turno para presentar al veterinario, Dr. Alfredo Fernández Álvarez, perito de la OCV, quien se encargó de desarrollar las bases de la intervención y perspectivas de la veterinaria en los casos de maltrato.
Alfredo Fernández comenzó destacando la necesidad de desarrollar unas bases y fundamentos claros en materia de maltrato animal que permitan abordar esta compleja problemática desde el punto de vista científico, ofreciendo una perspectiva profesional y rigurosa que permita al veterinario cumplir con su responsabilidad en la lucha contra el maltrato animal. Continuó destacando la especial importancia de la actividad de los veterinarios en la lucha contra cualquier forma de violencia, agresión y/o abuso de los animales, ya que una de sus principales responsabilidades es la protección de la salud animal, como herramienta para proteger el bien superior representado por la Salud Pública, elementos que constituyen los pilares esenciales sobre los que se fundamenta el ejercicio profesional del veterinario.
Desde la perspectiva facultativa de los veterinarios, la lucha contra el maltrato animal constituye uno de los ejemplos más claros del cumplimiento de sus responsabilidades sanitarias fundamentales: promoción y protección de la salud pública y la salud animal, hecho que fue justificado a partir de las importantes interconexiones y relaciones que existen entre las distintas modalidades o expresiones de maltrato. En este mismo sentido destacó el carácter predictivo que, en numerosas situaciones, presenta el maltrato animal como un posible indicio de otras formas aplicadas dentro del ámbito de las personas, estableciendo claras similitudes entre lo que ocurre con el maltrato infantil y el animal, al representar dos de los elementos más vulnerables a los que el perpetrador de estos comportamientos puede acceder.
La actuación profesional del veterinario frente al maltrato animal es primordial, tanto en el plano asistencial del animal maltratado como en el plano forense relativo a la investigación de los hechos relacionados con estas prácticas. En el primero de los casos, destacó el Dr. Alfredo Fernández Álvarez, que la principal responsabilidad del veterinario es la sanidad animal por lo que su prioridad de actuación debe dirigirse hacia la atención sanitaria del animal que es objeto de estas formas de violencia, derivándose de dicha actuación la subsiguiente responsabilidad de informar de estas situaciones a las autoridades competentes; la segunda de las responsabilidades del veterinarios está representada por su actuación como perito o veterinario forense donde a través de la aplicación de su experiencia y conocimiento científico, se proyecta colaborando con la Administración de Justicia, informando y aclarando a jueces y fiscales de cuantas dudas se deriven del análisis procesal de estos casos con el objeto de que cumplan la compleja función de impartir justicia.
La ponencia también hizo hincapié en las dificultades con las que los veterinarios se encuentran en materia de maltrato animal. Se refirió a las consideraciones sociales en relación con estos comportamientos, así como a problemáticas internas que dificultan su actuación. Entre todas ellas destacó la necesidad de establecer criterios científicos sólidos y fundamentados en materia de maltrato animal, dotando al veterinario de sistemas de formación continuada que permitan su especialización en esta materia con el objeto de ofrecer un servicio de calidad. Destacó la posición y perspectiva única del veterinario frente a todas las situaciones de violencia de las que los animales pueden ser objeto, determinada por distintos aspectos como su experiencia profesional, su cualificación científica y su posición profesional que le pueden permitir ser un testigo de excepción, en ocasiones único, ante la existencia de determinadas formas de maltrato, contribuyendo a su diagnóstico precoz que, sin duda, ayudará a reducir su extensión, frecuencia e intensidad.
El Dr. Alfredo Fernández también destacó la importante formación del colectivo veterinario en materia pericial o forense, aplicada para abordar la lucha de todas las formas de violencia, agresión y/o abuso de los animales. Relató los esfuerzos profesionales que está acometiendo este colectivo, actualmente implicado en la creación de modelos de actuación consensuados y dotados del suficiente rigor científico que permitan su proyección hacia la Justicia. En este mismo sentido, afirmó la vocación de los veterinarios en los sistemas multidisciplinarios destacando diversas acciones conjuntas con algunos colectivos como el compuesto por el Cuerpo de Fiscales de Medio Ambiente y SEPRONA, en materia de formación y colaboración.
La ponencia también se refirió a aspectos puramente científicos relacionados con la identificación, el registro y conservación de las pruebas o evidencias relacionadas con comportamientos de maltrato animal, y la comunicación de sus hallazgos a las autoridades competentes. Así, se refirió a los indicadores de maltrato animal como fundamento de los estudios de situaciones de este tipo, estructurándolos en tres niveles: medio ambientales o del entorno (estudio del “Locus”), los relativos al animal propiamente dichos (el examen del cuerpo del animal como prueba o evidencia) y los relativos a las personas implicadas (anamnesis básicas en materia de maltrato). Con ello se hizo referencia a la importancia de las técnicas relativas a la toma de muestras, destacando los aspectos esenciales que garanticen la preservación de la cadena de custodia con el objeto de mantener su validez en procedimientos judiciales donde pudiesen ser requeridos. También se refirió a la identificación de los patrones lesionales de aquellas situaciones no accidentales que caracterizan al maltrato animal, entendiéndolas como el conjunto de características propias de las alteraciones patológicas cuya etiología permite encuadrarlas y correlacionarlas dentro del maltrato animal. Todo ello se presentó desde los fundamentos científicos definiendo las principales tipologías del maltrato: el maltrato físico, psicológico, negligente y sexual, sin olvidar otros escenarios complejos como los relativos a formas de maltrato justificadas en fundamentos o principios culturales o religiosos.
Alfredo Fernández concluyó la ponencia destacando el compromiso e interés de los veterinarios en la participación y lucha contra el maltrato animal, desempeñando el papel esencial en la identificación, registro y comunicación del maltrato y participando activamente en los modelos de actuación interdisciplinarios que actualmente existen. Dejando una reflexión final: “El papel actual de los veterinarios en el ámbito de la lucha contra el maltrato animal debería ser similar al papel que juegan los pediatras frente al maltrato infantil”: