El Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz se va a personar como acusación particular ante los hechos ocurridos el pasado 10 de julio, donde el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), sorprendió “in fraganti”, en la sala quirúrgica de un consultorio veterinario, sito en la Avda. Fernando Calzadilla de la localidad de Badajoz, a un hombre cuando procedía al corte de orejas y rabo de un perro de raza American Bully.
Esa persona carece de la titulación de Veterinario, por lo que se considera autor de un delito de intrusismo profesional, y a la vez de otro de maltrato animal.
Desde el pasado uno de febrero, entró en vigor en España la ratificación del Convenio Europeo sobre protección de animales de compañía, donde en su artículo 10, refiere la prohibición de las intervenciones quirúrgicas, cuyo objeto sea modificar la apariencia de un animal de compañía o conseguir otros fines no curativos.
El detenido fue puesto a disposición judicial, pudiéndose enfrentar a condenas de hasta dos años de prisión por el intrusismo profesional y hasta 18 meses por el maltrato animal.