En el transcurso de tal reunión se confirmó la decisión unilateral adoptada por la Agència de Seguretat i Resposta a les Emergències (AVSRE), que pretende aplazar a 2019 la reforma del reglamento ya pactada para integrar al veterinario habilitado en el festejo mientras, en cambio, se tramitan de urgencia otras modificaciones que sí se podrían aplicar este mismo verano. “Casi tres años después de que el propio Ángel se comprometiera públicamente a promover la introducción del veterinario, este nuevo retraso suena a excusa para postergar el asunto hasta después de las elecciones”, advierte Ibor, quien insiste en que “no se trata de un tema político y si realmente se quisiera mejorar el trato a los toros y vaquillas en la celebración de estos festejos tradicionales, se debería publicar ya este cambio”.
Al parecer y siempre según la versión del citado director general, este nuevo retraso se debe a la necesidad de “resolver” conjuntamente en el futuro reglamento la imposición de la contratación de un segundo médico a los organizadores de los festejos con la relativa al veterinario habilitado, cuya tramitación ya estaba en su última fase. Convendría recordar a este respecto que, si bien esta nueva exigencia incorporada a la Ley de Espectáculos fue aprobada sorpresivamente el 30 de diciembre sin haber consultado a la citada comisión, tras la oposición mostrada por ésta, Les Corts decidieron incorporar a la Ley una moratoria a esta medida de dos años. Es más, la paralización de la introducción de la figura del veterinario habilitado en el nuevo reglamento de bous –que estaba pendiente sólo del visto bueno del Consell Jurídic Consultiu- contrasta con la improvisada promoción por parte de la AVSRE de otras modificaciones que sí se quieren tramitar de forma rápida. “Se ha pisado el acelerador para reglamentar cuestiones como las clases prácticas de las escuelas taurinas o para incluir otros espectáculos conocidos como Grand Prix hoy ‘alegales’ pero se ha decidido volver a aplazar los cambios ya pactados, que podrían mejorar el bienestar de los animales, la seguridad en los festejos y que permitirían validar que éstos cumpliesen con la legalidad en materia de ganadería, bienestar animal y seguridad alimentaria”, denuncia la presidenta del CVCV.
Es más, el CVCV reitera la inviabilidad de una las modificaciones del reglamento que ahora se trata de promover: autorizar la entrada de toros cerriles sin el control por el veterinario habilitado de la documentación sanitaria e identificativa de origen del animal. Tal modo de proceder sería irresponsable, en tanto no se respetaría el precepto de asegurar el control de cada animal en todos los movimientos que éste realice (la llamada trazabilidad). “Como ha reiterado la propia Conselleria de Agricultura en multitud de ocasiones, si no se reclaman y controlan las guías de todos los animales, se aumenta el riesgo de que éstos puedan ser portadores de enfermedades bovinas zoonóticas, como la tuberculosis, lo que afectaría a la sanidad de la cabaña ganadera local e incluso a la salud pública”, insiste en advertir la máxima responsable de los veterinarios valencianos. En este sentido, conviene remarcar que la competencia exclusiva en materia de sanidad animal y para documentar todos los desplazamientos ganaderos es de la citada conselleria.
El CVCV recuerda que lleva desde 1998 –año de la primera regulación autonómica para los bous al carrer- reivindicando sin éxito la necesaria presencia de un veterinario habilitado en estos festejos y que la Comunitat es, de hecho, la única región española con este tipo de tradición en la que no es prescriptiva tal cosa. Es más, advierte que la Sentencia 423/2004 de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la CV, si bien desestimó el recurso presentado por el Colegio de Valencia contra el decreto que entonces se aprobó para regular esta tradición, ya advirtió a la Administración sobre el necesario cumplimiento de lo legislado en materia de sanidad y bienestar animal, que exigen la concurrencia del veterinario como garante del cumplimiento de todas las obligaciones en los citados ámbitos.