El Colegio de Valencia ha emitido un comunicado para advertir a la población sobre las medidas a tomar en primavera con las mascotas:
Los cambios de estación no solo afectan a los humanos. También las mascotas acusan las transformaciones que sufren los días, con una mayor temperatura y más horas de luz. Como señalan desde el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia (ICOVV) en esta estación se da un aumento de la prevalencia de enfermedades, tales como las parasitaciones externas, las alergias ambientales, las reacciones a picaduras de insectos y enfermedades infecciosas o parasitarias como la leishmaniosis. Además se producen cambios reproductivos, siendo frecuentes las gestaciones y los partos, y cambios fisiológicos, como la muda del pelaje.
Un buen cuidado general del animal, una dieta nutricionalmente completa y de calidad, una higiene correcta y la prevención, a través de vacunas y desparasitaciones, son algunas de las medidas que los propietarios pueden adoptar para evitar los problemas típicos de la primavera. Asimismo, se recomienda a los dueños de mascotas que acudan al veterinario ante cualquier signo de prurito o cambio en el comportamiento habitual del animal, ya que éstos son los primeros síntomas que pueden presentar las picaduras de parásitos o las alergias.
Con la llegada de la primavera aumenta la población de pulgas, garrapatas y mosquitos. Además de las molestias que conlleva su picadura, estos parásitos también son transmisores de graves enfermedades. Por ejemplo, las pulgas pueden contagiar un parásito intestinal que provoca dermatitis alérgicas y anemias. En el caso de las garrapatas, son portadoras de parásitos sanguíneos que pueden infectar a las personas. Mientras, los mosquitos pueden transmitir leishmaniosis y dirofilariosis.
Alergias estacionales
Los pólenes del ambiente también pueden provocar alergias en nuestras mascotas. Conjuntivitis, picor, asma o rinitis son algunos de los síntomas que pueden presentar. Como apuntan desde el ICOVV, “las alergias no suelen ser peligrosas para la vida de nuestros animales, pero son enfermedades crónicas que a corto plazo predisponen a padecer infecciones secundarias y a largo plazo causan trastornos en la piel, oídos y mucosas que empeoran mucho su calidad de vida”. El tratamiento, en la mayoría de los casos llega a ser de por vida. Para llevarlo a cabo es necesario identificar el agente o sustancia que provoca la alergia mediante unas pruebas o análisis , con lo que se puede evitar en un futuro o elaborar vacunas específicas.
Especial cuidado con la procesionaria
Las orugas de procesionaria suelen aparecer en las zonas de pinares a principios de primavera. Sus pelos son muy urticantes y pueden soltarse y volar con el aire. Desde el Colegio de Veterinarios de Valencia recomiendan pasear siempre con el perro atado y con bozal en áreas de pinos, ya que el contacto con estas orugas o sus pelos puede afectar a cualquier parte del cuerpo. Los tejidos afectados se inflaman y pueden llegar a necrosarse.
Los primeros síntomas que pueden observarse son: picor intenso, irritación cutánea, excitación exagerada, lengua inflamada, vómitos e hipersalivación. En cuanto se presente alguno de estos signos, es necesario lavar la zona afectada con suero y acudir inmediatamente al veterinario.