Los veterinarios catalanes han elaborado una serie de retos para el 2018. Unos retos detectados que forman parte de una problemática global que afrontan todos los profesionales de la salud. En el ámbito veterinario, inciden directamente en cualquiera de las ramas profesionales donde actúa la veterinaria, desde las clínicas de animales de compañía y la atención a los animales de granja, hasta los servicios de control de la seguridad y la industria alimentaria, de importación y exportación de animales y alimentos cárnicos o en la propia industria farmacéutica. Los siete retos veterinarios que incidirán en la profesión durante el 2018, son:
- Promover un uso racional de los antibióticos para el control de enfermedades. Los veterinarios afrontan el nuevo año con la necesidad de la adopción de medidas de control más estrictas ante las resistencias antimicrobianas ya detectadas y de las nuevas que se detectarán.
- Vigilar el incremento de las enfermedades infecciosas. El incremento de la incidencia de enfermedades parasitarias, infecciosas y de zoonosis transmisibles está relacionado con el fenómeno del cambio climático, pero, también, al incremento de la movilidad global de animales y personas.
- Motivar una mayor colaboración entre profesionales de la salud. Se impone la necesidad de una colaboración más estrecha con todos los colectivos profesionales de la salud, para generar sinergias y trabajar de una manera más eficaz en la prevención y el control de enfermedades, y para una promoción de una mejor salud global.
- Potenciar el apoyo a las facultades de veterinaria. Ofrecer una visión más amplia de las oportunidades profesionales para los estudiantes de veterinaria y mejorar el apoyo para los veterinarios tras superar la licenciatura para garantizar el ejercicio profesional en todos los ámbitos y con las mejores condiciones posibles.
- Ampliar el apoyo a los profesionales de veterinaria. Hacer un seguimiento profesional del sector veterinario para evaluar las dificultades del ejercicio de la profesión, establecer un seguimiento de las condiciones de trabajo y crear una "ventanilla única" para asesorar y promover oportunidades profesionales.
- Revisar el marco regulador de las empresas veterinarias. Para garantizar la coexistencia de diferentes modelos comerciales, pero, también, para garantizar la profesionalidad en estos entornos comerciales y, al mismo tiempo, explorar las implicaciones para la regulación de nuevas tecnologías, como la telemedicina.
- Mejorar la percepción de la sociedad y la incidencia pública. Especialmente para promover el valor de la atención veterinaria y la comprensión de los usuarios sobre los costes y las tarifas veterinarios. También, con el objetivo de desarrollar una agenda local y global de actuaciones lideradas por los veterinarios en temas o ámbitos la salud pública, la educación y la regulación.