Dicha actividad consiste en realizar la vereda con unos pastores de la Sierra de Albarracín, que mueven sus 3.000 ovejas desde Guadalaviar (Teruel) hasta Vilches (Jaen). El recorrido dura 25 días, y a los pastores los acompañan, en periodos de seis días, ocho alumnos y dos profesores en cada turno.
Una vez terminada la Trashumancia, el pasado 14 de diciembre tuvo lugar en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza la Jornada de clausura de la actividad docente, con la participación de los Colegios de Veterinarios de Zaragoza, Huesca y Teruel.
Los alumnos participantes expusieron sus experiencias con apoyo de videos e imágenes. En las diferentes exposiciones hicieron referencia al estado de la Cañada Real Conquense o de Los Chorros, especialmente deteriorada por la acumulación de escombros y basuras a su paso por La Mancha, y al estrechamiento de la misma en algunos tramos de su recorrido. Al igual que en otras ediciones, también destacaron lo que había supuesto la experiencia vivida, el buen ambiente y la amistad surgida de la convivencia con los compañeros, profesores y pastores. Su odisea, a través de la Cañada Real, mantiene una tradición agropecuaria que se remonta a la Edad Media.
En palabras de Marcel Proust “se trata de un verdadero viaje de descubrimiento, que no consiste en buscar nuevos paisajes, si no en mirar con nuevos ojos”.
Compañeros, profesores y pastores, se unieron al acto, a través de un video en el que mostraron su satisfacción por actividad y saludaron a todos los presentes en el acto.
A continuación, Armando Serrano, archivero de la Fundación Casa de Ganaderos de Zaragoza, impartió la conferencia titulada: “Los Señores del Paisaje”. El historiador nos fue llevando a través de la historia y los paisajes de pirenaicos, demostrando, con gran erudición e ilustración, cómo los ganaderos de ovino han configurado el paisaje a lo largo de los tiempos. Para finalizar, Armando Serrano y Rosa Bolea procedieron a la entrega de diplomas a los participantes.
Desde los Colegios de Veterinarios de Zaragoza, Huesca y Teruel, queremos enviar un afectuoso abrazo a todos los profesores, alumnos y ganaderos que participan en “La trashumancia, deseándoles que, aún con todas las dificultades económicas y el esfuerzo personal que entraña, no pierdan la ilusión y año tras año sigan realizando el viaje a pie, como desde la Edad Media, desde las tierras altas de la Sierra de Albarracín, hasta las encinares al pie de Sierra Morena, y nosotros lo veamos.